Manifestantes panameños permanecerán en las calles hasta que se cumplan sus demandas
Miles de panameños salieron a las calles en los últimos días para protestar contra la inflación aparentemente imparable y la corrupción del Gobierno, mientras que las medidas ofrecidas por la administración del presidente Laurentino Cortizo respecto al precio de los combustibles y los alimentos se consideraron insuficientes.
Las manifestaciones comenzaron hace dos semanas, convocadas por sindicatos y organizaciones gremiales en distintos puntos del país, y llegaron hasta Ciudad de Panamá.
El Gobierno dijo que congelaría el precio de una decena de productos de la canasta básica además de una serie de medidas para reducir los gastos de los funcionarios públicos mientras manifestantes enfurecidos portaban banderas panameñas y pancartas que decían “la corrupción desfalcó a mi nación” o “queremos gobernadores honestos” o “dónde está el dinero”.
Los sindicatos consideraron insuficientes los anuncios del gobierno y la gente se quedó en las calles de las principales ciudades del país. En Ciudad de Panamá, los manifestantes abandonaron el céntrico Parque Porras donde habían acampado y se trasladaron a las puertas de la Asamblea Nacional fuertemente custodiada.
“El costo de vida es lo que mantiene a la gente en las calles”, dijo un manifestante a reporteros extranjeros, mientras que el ministro de Seguridad, Juan Pino, lanzó un llamado “a la cordura” para que prevalezca la “paz social” sobre “cualquier diferencia”.
El gobierno anunció una reducción del precio del combustible en surtidores de US$ 5,17 a US$ 3,78 el galón (3,78 litros), mientras que los sindicatos exigen que se baje aún más el precio a US$ 3 el galón de gasolina, además de una reducción generalizada de los precios de los alimentos, productos de higiene y medicamentos.
Las manifestaciones han resultado en una caída en las actividades económicas y también en las reservas de viajes al país.