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La confianza en las instituciones nacionales en todo el bloque ha disminuido en los últimos dos años, en parte impulsada por las redes sociales, según un informe exhaustivo de Eurofound, la agencia de política social de la UE.
los reporte abarcó el período comprendido entre la primavera de 2020 y la primavera de 2022: dos años que estuvieron marcados por la pandemia de COVID-19 y las sucesivas restricciones, así como, recientemente, por la invasión rusa de Ucrania.
“La disminución de la confianza en las instituciones nacionales se debe sin duda a crisis en curso y acumuladas como la COVID-19 y la guerra en Ucrania. Pero esta explicación es superficial. La incertidumbre que crean las crisis se ve amplificada por las redes sociales, incluso a través de noticias falsas y desinformación”, dijo el director ejecutivo de Eurofound, Ivaylo Kalfin, a EURACTIV Bulgaria.
Kalfin, ex viceprimer ministro de Bulgaria y eurodiputado, ha dirigido la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo (Eurofound), con sede en Dublín, desde 2021.
Agregó que el aumento de la inestabilidad y el miedo a lo que puede deparar el futuro actúan como combustible para el compromiso político y, a menudo, pueden conducir a la fragmentación. “Sin estar unidos detrás de una causa común, en todas partes de Europa estas personas son políticamente activas y dan paso al poder de partidos no tradicionales, a menudo nacionalistas”, dijo Kalfin.
“El referéndum del Brexit fue decidido efectivamente por los partidarios pasivos de la UE que no votaron y permitieron que ganaran los opositores activos. Es claro que esta decisión no trae beneficio al país”, agregó.
Disminución de la confianza
El informe, que se basó en las respuestas a una encuesta en línea de más de 200 000 personas en toda la UE, mostró que la confianza en las instituciones en general ha disminuido en un promedio del 13,4 % desde el comienzo de la pandemia de COVID-19.
La mayor caída en la confianza fue en los gobiernos nacionales (-24,5%), seguida de la confianza en los sistemas de salud (-10,2%) y la policía (-8,1%).
Entre los estados miembros, los ciudadanos de Bulgaria, Rumanía, Eslovaquia, Chipre y Hungría fueron los menos propensos a expresar confianza en sus gobiernos nacionales. Finlandia, Dinamarca, Suecia, Portugal y Luxemburgo, en cambio, eran los más probables.
La encuesta muestra que la tendencia de disminución de la confianza se mantiene incluso para las personas que anteriormente expresaron niveles de confianza más altos, como aquellos en posiciones financieramente seguras.
Modalidades de vida y de trabajo de los europeos
El informe examinó los factores que han marcado la vida y el trabajo de los ciudadanos de la UE en los últimos dos años, destacando el aumento del costo de vida, el aumento del teletrabajo y el precario bienestar mental.
La investigación mostró que, luego de la pandemia de COVID, la mayoría de los encuestados prefieren continuar trabajando de forma remota, ya sea todos los días o varias veces a la semana. La proporción de estas personas es más alta entre los que tienen entre 30 y 44 años, o los que tienen niños pequeños.
El trabajo híbrido ganó terreno en 2021, manteniéndose en el mismo nivel (18 %) en 2022. Para la primavera de 2022, el 12 % de los europeos trabaja exclusivamente desde casa.
El costo de vida en la UE está aumentando a un ritmo sin precedentes, con una tasa de inflación promedio en los 27 estados miembros de la UE cercana al 8 % en marzo de 2022.
Un total del 53% de los encuestados informaron que en la primavera de 2022 su hogar tuvo dificultades para llegar a fin de mes. Este es un aumento significativo del 45% informado en 2021 y el 47% al comienzo de la pandemia en 2020.
“A pesar del levantamiento de la mayoría de las restricciones de COVID-19 en los estados miembros de la UE para la primavera de 2022, los niveles de bienestar mental siguen siendo más bajos que al comienzo de la pandemia. Esto podría atribuirse a la guerra en Ucrania por la que el 76% de los encuestados expresaron una preocupación alta o muy alta”, dice el informe.
En particular, el estudio apunta a la inseguridad generalizada que enfrentan los hogares financieramente vulnerables para quienes la pobreza energética ya es una realidad o se avecina.
[Edited by Nathalie Weatherald]
