La presidenta de la Cámara de Representantes de EE. UU., Nancy Pelosi, planea visitar la zona desmilitarizada (también llamada zona de seguridad conjunta), que está controlada por el comando conjunto dirigido por EE. UU., durante una visita a Corea del Sur. Naciones Unidas y Corea del Norte, según Associated Press, citando a un funcionario surcoreano.
Se destaca que Pelosi se convertirá en la funcionaria estadounidense de más alto rango que visitará este territorio desde 2019, cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visitó en ese momento.
La agencia de noticias surcoreana Yonhap precisó que Pelosi viajará a la aldea de Phanmunjom, donde se firmó un acuerdo de alto el fuego en 1953, que puso fin a la Guerra de Corea.
También durante la visita a Corea del Sur, Pelosi sostendrá conversaciones con el presidente de la Asamblea Nacional, Kim Jin-pyo, y otros miembros de alto rango del parlamento para conversar sobre seguridad regional, cooperación económica y asuntos climáticos.
Pelosi llegó a Corea del Sur el 3 de agosto después de una visita a Taiwán que fue ampliamente discutida por políticos y medios de comunicación. Al anunciar su gira asiática, no mencionó a Taiwán como destino. Después de llegar a la isla, Pelosi dijo que quería apoyar una democracia «vibrante y dinámica» con la visita y reafirmar la intención de Estados Unidos de apoyar a Taiwán.
Beijing advirtió repetidamente a Washington durante los preparativos de la visita que el viaje de Pelosi socavaría las relaciones chino-estadounidenses. Tras su llegada a Taiwán, China acusó a Estados Unidos de provocación. El Consejo de Estado del país dijo que Taiwán «se coludió con fuerzas externas» y socavó el desarrollo pacífico de las relaciones con China continental.
Después de que el avión de Pelosi aterrizara en Taipei, las tropas chinas comenzaron a realizar ejercicios de tiro frente a la costa de Taiwán. En respuesta, la república aumentó la preparación para el combate del ejército. La Casa Blanca aseguró que Washington no busca crear una situación de crisis en torno a la isla. Sin embargo, la administración estadounidense admitió que Beijing podría responder a las acciones estadounidenses, aunque China no tiene “pretexto para aumentar las acciones agresivas o la actividad militar en o alrededor del Estrecho de Taiwán”.
autoridades rusas consideró la visita de Pelosi a Taiwán una provocación destinada a contener a China.