El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, se disculpó con el líder del opositor Partido Socialista del país por no saber que había sido interceptado por el servicio de inteligencia de Grecia en 2021 y agregó que nunca lo habría permitido.
El caso ha conmocionado a los griegos y ha provocado revuelo político.
El jefe del servicio de inteligencia EYP, Panagiotis Kontoleon, renunció el viernes luego de las denuncias hechas por el líder socialista Nikos Androulakis y un periodista de que habían sido interceptados.
En una vista previa del periódico To Vima del domingo, se citó a Mitsotakis diciendo: “No estaba al tanto, nunca lo hubiera permitido. Le debo al Sr. Androulakis una disculpa por el error cometido”.
“Fue un error grave e imperdonable”, agregó.
Se espera que el primer ministro conservador haga un discurso público sobre el caso el lunes, informó el sábado la agencia de noticias semiestatal de Atenas.
Androulakis, quien fue elegido líder del PASOK en diciembre de 2021, dijo el viernes por la noche que se enteró de que EYP escuchó sus conversaciones a fines de 2021. No reveló la fuente de la información.
El gobierno dijo que se había enterado de la vigilancia de Androulakis, que dijo que era legal ya que había sido aprobada por un fiscal, y trató de informarle, “pero Androulakis decidió no responder”.
Androulakis ha pedido al parlamento griego que establezca un comité de investigación para investigar el caso. El gobierno ha dicho que respaldaría la solicitud, si se presenta oficialmente.
El 26 de julio, Androulakis también presentó una denuncia ante los fiscales de los tribunales superiores del país por un intento de pinchar su teléfono móvil con un software de vigilancia, en lo que parecía ser un caso aparte.
La queja surge cuando la Unión Europea está comenzando a seguir a los Estados Unidos al observar más detenidamente a los comerciantes de spyware y el uso de un poderoso software de vigilancia.
La semana pasada, dos legisladores que hablaron con Reuters bajo condición de anonimato dijeron que Kontoleon había admitido durante una comisión parlamentaria el 29 de julio que su servicio había espiado a Thanasis Koukakis, un periodista financiero que trabaja para CNN Grecia.