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Por eso, la investigadora y diseñadora londinense Arina Shokouhi decidió desarrollar una alternativa ecológica al aguacate. Llamada «Ecovado», espera que inspire a los consumidores a pensar dos veces antes de cortar la fruta para una tostada en el desayuno o preparar el próximo lote de guacamole.
«En realidad, puede ser una solución positiva y deberíamos aceptarla porque sabemos que no podemos seguir viviendo así», dice Shokouhi.
A primera vista, el Ecovado no se distingue del real. Elaborada con cera de abeja y colorante alimentario natural que contiene espinacas y polvos de carbón, la piel Ecovado imita la piel del aguacate. La carne de la fruta alternativa está hecha con cuatro ingredientes simples: habas como base, manzana para la frescura, aceite de colza prensado en frío para la cremosidad y una pizca de avellana. Para el hueso se utiliza una castaña o avellana entera.
El Ecovado fue desarrollado como parte de la maestría de Futuros Materiales de Shokouhi en la escuela de arte Central Saint Martins. Habiendo ideado el concepto al final de su primer año, forjó una colaboración con el científico de alimentos de la Universidad de Nottingham, Jack Wallman, quien había estudiado las propiedades moleculares de los aguacates para comprender qué les da su textura cremosa. Tomó ocho meses perfeccionar la receta, dice Shokouhi.
Crear un sustituto del aguacate sostenible y atractivo fue un desafío.
«(La) elección de ingredientes era muy limitada para empezar porque quiero que sea 100% local. Esa fue mi primera prioridad», dice Shokouhi, y agrega que ella llama a esto la versión «británica».
Sin embargo, las habas son molecularmente diferentes a los aguacates y enmascarar su «olor amargo» fue difícil, dice. Finalmente, Wallman y su equipo encontraron formas de equilibrar los ingredientes y crear una alternativa convincente al aguacate.
cubiertos de aguacate
Si bien apegarse a los ingredientes locales y destacar las dietas basadas en plantas son clave para reducir las emisiones de carbono, la producción sostenible de alimentos también se cruza con cuestiones complejas como el uso de la tierra, el abastecimiento ético y los derechos laborales, dice el Dr. Wayne Martindale, profesor asociado de información y sostenibilidad alimentaria. en la Universidad de Lincoln del Reino Unido.
Martindale cree que se podría hacer lo mismo con los aguacates porque «la gente quiere saber que esos aguacates se han cultivado en tierras que se gestionan de manera responsable».
Su equipo está investigando los usos de los subproductos del aguacate, incluidos los cubiertos reciclables hechos con huesos de aguacate y los aceites de la cáscara y la pulpa para usar en lubricantes y alimentos.
En lugar de omitir por completo las frutas y verduras importadas, Martindale cree que la moderación es un paso en la dirección correcta. Ecovado de Shokouhi muestra una «increíble creatividad», dice, pero cuestiona si el producto puede escalar para convertirse en una alternativa viable a las importaciones de aguacate.
Desde que se graduó, el producto de Shokouhi ha despertado el interés de posibles inversores, dice. Mientras todavía está perfeccionando el Ecovado, espera que eventualmente se venda en los supermercados por un precio similar al de los aguacates reales. Shokouhi también ha experimentado con frijoles edamame japoneses y le intriga la idea de producir Ecovado en otros países utilizando diferentes ingredientes locales en el futuro.
Ella espera que los escépticos le den una oportunidad al Evocado.
«El sabor tal vez no sea 100 % exactamente como el del aguacate», dice Shokouhi, «pero eso no importa como alternativa, siempre y cuando puedas tenerlo en tu masa madre, sepa bien, tenga el mismo aspecto y sea saludable. »
