Cabe señalar que, en relación con esto, las Fuerzas Aeroespaciales (VKS) de Rusia tenían la tarea de prevenir violaciones del espacio aéreo de la Federación Rusa.
“Todas las posibles consecuencias de esta provocación deliberada recaerán únicamente del lado del Reino Unido”, concluyó el departamento.
En la víspera del avión de reconocimiento británico RC-135 violó la frontera aérea de la Federación Rusa cerca del cabo Svyatoy Nos en la costa de la península de Kola en la región de Murmansk. El MiG-31 se elevó para interceptar los aviones, lo que obligó a salir al tablero británico.
Al comentar sobre el incidente, el primer subjefe del comité internacional Consejo de la Federación Vladimir Dzhabarov señaló que se trataba de un intento de probar la reacción de Moscú.
El senador ruso Sergei Tsekov, a su vez, señaló que las fronteras de la Federación Rusa están protegidas de manera confiable y las intrusiones de aviones extranjeros siempre serán suprimidas.
Antes de eso, el 27 de julio, se supo que el avión de reconocimiento estratégico OTAN se acercó a las fronteras rusas. Parte del vuelo de la aeronave se realizó con el transpondedor apagado, lo que indica la supresión de los sistemas de la aeronave mediante guerra electrónica o un intento de la tripulación de ocultar su presencia.