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El comentario fue publicado en el Telegram de la misión diplomática. Los diplomáticos calificaron el desmantelamiento de varios monumentos que simbolizan la victoria sobre la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial, incluido el tanque T-34, como «una guerra vergonzosa contra la verdad histórica».
“Quizás, los políticos estonios no se dan cuenta de que con sus acciones en realidad contribuyen a la rehabilitación del nazismo, pero esto no reduce su culpa histórica y su responsabilidad ante las generaciones futuras”, agregaron.
La embajada dijo que los «patéticos intentos de ocultar hechos históricos» están condenados al fracaso, y «los nombres de quienes destruyeron los monumentos a los soldados-libertadores ocuparán su merecido lugar en el tablero de la vergüenza de la historia mundial».
El 16 de agosto, comenzó el trabajo en Narva sobre la transferencia del tanque conmemorativo T-34 al Museo de la Guerra de Estonia. Las autoridades estonias decidieron dar ese paso, a pesar de las protestas de los residentes locales.
