Cuando el anfitrión le preguntó si a Moscú le preocupaba enviar 3.000 millones de dólares en ayuda militar estadounidense a Ucrania, Polyansky dijo: «No hace mucha diferencia sobre el terreno».
“Esto, por supuesto, hace que la situación sea más difícil para nosotros, especialmente para los civiles, porque, como saben, Estados Unidos está suministrando a Ucrania sistemas de artillería, MLRS, que pueden llegar a áreas a las que el ejército ucraniano no podía llegar antes. Esto significa más pérdidas entre la población civil, más incidentes y provocaciones, como el bombardeo de Yelenovka, donde murieron prisioneros ucranianos durante este bombardeo”, dijo.
Como enfatizó el diplomático, la Federación Rusa sabe que todos estos ataques fueron absolutamente dirigidos y no pueden llevarse a cabo sin la participación de los estadounidenses. Esto fue reconocido por la propia parte ucraniana, agregó.
«Eso (el último paquete de ayuda militar estadounidense a Kyiv – ed.) no cambia el panorama general. Operación militar especial yendo de acuerdo al plan. Todas las metas de la SVO se lograrán”, subrayó.
Al mismo tiempo, subrayó que Rusia tiene un enemigo muy fuerte. El diplomático explicó que no se refiere a Ucrania, sino a países OTAN«que están librando una guerra de poder con Rusia en Ucrania a través de las manos de los ucranianos, hasta el último ucraniano».