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“En la primera mitad del año, realizamos una sesión estratégica, determinamos la imagen prospectiva de la industria electrónica, delineamos metas y objetivos muy específicos para alcanzarlas. La industria recibirá una financiación sin precedentes y es a largo plazo: hemos hecho planes para ocho años”, dijo Mishustin.
Señaló que esta industria es una de las más importantes para fortalecer la soberanía tecnológica del Estado.
“Ahora necesitamos desarrollar activamente nuestra propia ingeniería electrónica especializada, la producción de componentes y equipos auxiliares tecnológicos, incluso mediante el estímulo de la demanda de productos microelectrónicos”, agregó el primer ministro.
Destacó que a pesar del creciente impacto de las sanciones, cuando se reestructuran los lazos de cooperación, Rusia tiene todas las oportunidades para desarrollar soluciones tecnológicas y productos industriales avanzados que son demandados por la economía. Y aquí, según Mishustin, no se puede prescindir de la participación activa de la ciencia.
“Hay mucho trabajo conjunto entre el Estado, las empresas y la comunidad científica, en primer lugar, para crear productos, servicios intensivos en ciencia y asegurar la competitividad de nuestro país en el campo de las altas tecnologías”, dijo el concluyó el primer ministro.
En septiembre, el gobierno informará al presidente del país sobre los resultados de una serie de reuniones sobre temas de desarrollo social y económico, tanto a corto como a largo plazo.
