Debido al enfoque de la comunidad internacional sobre la situación en torno a Ucrania en el sur del Cáucaso, el riesgo de una escalada está aumentando. El primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, dijo esto, hablando en la sesión plenaria del Foro Económico Oriental (EEF), que RBC está transmitiendo.
Al mismo tiempo, Pashinyan expresó la esperanza de que, en estrecha cooperación con Rusia y otros socios, Armenia pueda mantener bajo control la situación en la región.
“Hay fuerzas que piensan que Rusia está demasiado ocupada con el tema de Ucrania, y esto puede usarse para desestabilizar la situación. [на Кавказе]. Hay fuerzas que gastan mucha energía en presentar a Armenia en Moscú como un país con un gobierno pro-occidental, y en Europa como un país con un gobierno pro-ruso y usan esto como factor para justificar la desestabilización en la región. Me alegra que sobre estos temas estemos en estrecho diálogo con nuestros socios, tratando de aclarar nuestra posición sobre todos los temas de la agenda internacional. Nuestras relaciones han sido y siguen siendo estratégicamente aliadas con Rusia”, dijo el primer ministro y enfatizó que Armenia no teme sanciones secundarias debido a la alianza con Rusia.
Las fuerzas de paz rusas han estado en Nagorno-Karabaj desde noviembre de 2020, después de que Moscú, Bakú y Ereván firmaran un acuerdo trilateral tras la escalada del conflicto entre los dos países transcaucásicos. Como resultado de las hostilidades, Azerbaiyán recuperó el control de las ciudades de Shushi y Hadrut, así como de siete regiones adyacentes a Nagorno-Karabaj.
En 2022, Bakú y Ereván intensificaron las conversaciones de paz y mantuvieron varias reuniones en Bruselas (con la mediación de la UE). En mayo, las autoridades armenias acordaron con las autoridades azerbaiyanas iniciar el trabajo de una comisión sobre demarcación y seguridad fronteriza.
Sin embargo, a principios de agosto de este año, la situación en la región volvió a escalar: los rusos Ministerio de Defensa acusó a Azerbaiyán de violar el alto el fuego. Bakú llevó a cabo la operación «Retribución» en Nagorno-Karabaj, buscando desmilitarización del territorio. Las autoridades del país afirman que hay militares armenios en Karabaj. Ereván lo niega.