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Los estados bálticos y Polonia comenzarán a rechazar a los turistas rusos a partir de la medianoche del lunes, una medida para endurecer las restricciones en respuesta a la invasión de Ucrania.
Estonia, Letonia y Lituania, junto con Polonia, llegaron a un acuerdo a principios de este mes para limitar la emisión de visas de la Zona Schengen debido a «una grave amenaza» para la seguridad que representa la afluencia de rusos.
la zona Schengen comprende 26 países en su mayoría de la UE que permitan la libre circulación dentro de sus fronteras.
La prohibición de viajar significa que los ciudadanos rusos no podrán ingresar a cuatro de los cinco países de la Unión Europea que comparten una frontera terrestre con Rusia. El quinto, Finlandia, ha decidido permanecer abierto a los titulares de visas, pero ha redujo el número de citas consulares disponible para aquellos que buscan viajar a Europa.
Quedarán exentos de la nueva prohibición los disidentes rusos, los periodistas, los camioneros, los refugiados, así como los residentes de los países de la UE y los que visiten a sus familiares en Europa.
La regla tampoco se aplicará a casos humanitarios, familiares, titulares de permisos de residencia de la UE, misiones diplomáticas y otras «excepciones legítimas».
En una declaración conjunta publicada el 8 de septiembre, los primeros ministros de los cuatro países declararon que “viajar a la Unión Europea es un privilegio, no un derecho humano”.
“Entre los ciudadanos rusos que ingresan al área UE/Schengen, hay personas que vienen con el objetivo de socavar la seguridad de nuestros países, en la medida en que tres cuartas partes de los ciudadanos rusos apoyan la guerra de agresión de Rusia en Ucrania”, dice el comunicado.
“Letonia, Polonia, Lituania y Estonia acordaron que se adoptan medidas sobre la base común de proteger el orden público y la seguridad interna, así como garantizar la seguridad general de nuestra área Schengen compartida”, señaló el comunicado.
Al comentar anteriormente sobre la decisión de la UE de suspender un acuerdo de visa con Moscú, lo que dificulta que los ciudadanos rusos obtengan visas Schengen, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que era «ridículo» y que también complicaría la vida de los europeos.
