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El partido de oposición ANO del ex primer ministro checo Andrej Babiš ganó la mayoría de las principales ciudades del país en las elecciones municipales, consideradas una prueba para el manejo de la crisis energética por parte de la coalición gobernante.
La República Checa, al igual que otros países miembros de la Unión Europea, ha estado luchando contra una inflación galopante impulsada principalmente por los altos precios de la energía. La oposición ha estado diciendo que el gobierno del primer ministro Petr Fiala ha hecho muy poco y demasiado tarde para ayudar a la gente.
Los checos votaron en más de 6.000 municipios el viernes y el sábado, y los resultados finales se dieron a conocer el domingo por la mañana debido a un complicado sistema de distribución de votos.
El partido ANO, en la oposición desde el otoño pasado, ganó en 17 de las 27 grandes ciudades, pero quedó segundo en las dos más grandes: la capital Praga y Brno, donde ganaron los partidos de la actual coalición gobernante.
La mayoría de los escaños en las asambleas locales, 38.099 de un total de 61.796, se otorgan a varios grupos de candidatos independientes, que suelen obtener la mayor puntuación en este tipo de elecciones.
Entre los partidos individuales, ANO quedó detrás de dos partidos de la coalición gobernante, los Demócratas Cívicos del Primer Ministro Fiala y los Demócratas Cristianos.
Los checos también votaron en la primera vuelta de las elecciones a la cámara alta del parlamento, donde se disputa un tercio de los 81 escaños del Senado. Ya se llenaron tres asientos en la primera ronda.
En la segunda vuelta que se realizará el próximo fin de semana, la opositora ANO tendrá 17 candidatos, la oficialista 19, siendo el resto ocupado por otros partidos e independientes.
Independientemente de los resultados de la segunda vuelta, la coalición gobernante mantendrá su mayoría en el Senado.
