Como la UE avanza hacia una economía circular, que promueve la reutilización y el reciclaje de productos, está tomando medidas para garantizar que los productos químicos tóxicos no se concentren en los materiales reciclados. Los eurodiputados aprobaron una revisión de las normas sobre contaminantes orgánicos persistentes (COP) en octubre de 2022.
Las nuevas normas reducirán aún más la cantidad de sustancias químicas peligrosas en los desechos y los procesos de producción mediante la introducción de límites más estrictos, la eliminación de contaminantes de la cadena de reciclaje y la prohibición de ciertas sustancias químicas.
Eche un vistazo a nuestro vídeo con el eurodiputado principal Martin Hojsík (Renew Europe, Eslovaquia), quien explica qué son los contaminantes orgánicos persistentes, por qué son peligrosos y los cambios en la legislación que ha impulsado el Parlamento.
¿Qué son los contaminantes orgánicos persistentes?
Los contaminantes orgánicos persistentes son sustancias químicas tóxicas que tardan en descomponerse. Cuando se liberan, permanecen en el medio ambiente durante mucho tiempo y se acumulan en la cadena alimentaria y en los organismos vivos. Es por eso que a veces también se los conoce como productos químicos para siempre.
Debido a su persistencia, estos químicos pueden ser transportados por agua, aire o especies migratorias a través de las fronteras y lejos de donde fueron producidos o utilizados por primera vez. También pueden transferirse de una generación a la siguiente, incluso si ya no se producen ni se utilizan.
Esto significa que podemos encontrar tales contaminantes prácticamente en todas partes: en nuestros alimentos, en el aire que respiramos, en productos que utilizamos en nuestra vida cotidiana como pinturas, barnices y jabones, y en los residuos provenientes de algunos productos de consumo como textiles impermeables, muebles, plásticos y equipos electrónicos.
También están presentes en plaguicidas, productos químicos industriales como los bifenilos policlorados (PCB) y subproductos no intencionales de procesos industriales como las dioxinas.
¿Cuáles son los efectos de los “químicos para siempre”?
Los contaminantes conocidos como productos químicos para siempre se acumulan en los desechos, el suelo, el aire y el agua, lo que representa una amenaza para el medio ambiente y la salud humana. Se encuentran en nuestro entorno inmediato, pero también se encuentran en el Ártico, los Alpes y el Mar Báltico, que sirven como sumideros europeos de contaminantes.
Las altas exposiciones a productos químicos han resultado en enfermedades o anormalidades en varias especies de vida silvestre, incluidos ciertos tipos de peces, aves y mamíferos. También se han encontrado en humanos, incluso en la leche materna, y pueden aumentar el riesgo de cáncer, trastornos reproductivos, alteración del sistema inmunológico, deterioro del comportamiento neurológico, alteración hormonal, daño al ADN y aumento de defectos de nacimiento.
Por ejemplo, la exposición a las dioxinas puede provocar lesiones cutáneas, defectos del sistema inmunitario y alteraciones de los sistemas hormonal y reproductivo. En 2008, Irlanda encontró altos niveles de dioxinas en la carne de cerdo, en 1999 se encontraron dioxinas en aves y huevos en Bélgica y en Italia, un accidente químico en una fábrica liberó dioxinas en 1976.
¿Cómo gestionar los residuos que contienen contaminantes orgánicos persistentes?
Dado que estos productos químicos tardan mucho en desaparecer, es necesario regular cuidadosamente su gestión de residuos para que no vuelvan a entrar en la economía después de su eliminación. Este riesgo debe tenerse en cuenta cuando la UE lleve a cabo su plan de economía circular.
Esto significa que los productos que contienen sustancias químicas persistentes deben tratarse de tal manera que los contaminantes:
- se destruyen (por ejemplo, mediante incineración),
- irreversiblemente transformado o
- almacenados permanentemente (por ejemplo, en formaciones de rocas duras profundas y subterráneas, minas de sal o un vertedero para desechos peligrosos).
En algunos casos, cuando la concentración de sustancias químicas nocivas esté por debajo de un cierto umbral, podría permitirse el reciclaje de productos.
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¿Cómo regula la UE los contaminantes orgánicos persistentes?
Dado que la gestión de los contaminantes orgánicos persistentes requiere la cooperación internacional, la UE se ha sumado a la Protocolo de Aarhus (1998) y el Convenio de Estocolmo (2001), que establecen restricciones o prohibiciones internacionales sobre la producción, restricciones de importación/exportación y disposiciones sobre reciclaje.
los reglamento de la UE sobre estos productos químicos cumple los compromisos contraídos en virtud de los acuerdos internacionales en materia de producción y exportación. Aquí hay una lista de todos los contaminantes orgánicos persistentes regulados por la UE.
En 2021, la Comisión Europea propuso revisar la legislación. En octubre de 2022 el Parlamento Europeo aprobó las nuevas normas.
Los cambios incluyen:
- Introducir niveles permitidos significativamente más bajos de varios contaminantes orgánicos persistentes en productos
- Gestión de residuos: los materiales que contengan niveles de contaminantes demasiado altos deben destruirse o incinerarse y no pueden reciclarse.
- Nuevos productos químicos que se añadirán a la lista de sustancias nocivas: El reglamento ahora también debe cubrir el compuesto químico sintético ácido perfluorohexanosulfónico (PFHxS), que se encuentra en los envases de alimentos, materiales resistentes a las manchas y al agua, espumas ignífugas y aditivos para pinturas. Este químico fue agregado a la lista de sustancias nocivas bajo el Convenio de Estocolmo en junio de 2022.