Como resultado, los más pobres no pueden acceder a los fertilizantes rusos. Los diplomáticos destacaron que, a pesar de las declaraciones hechas en Washington y Bruselas para retirar los alimentos y fertilizantes de las restricciones, los proveedores y fabricantes rusos continúan enfrentando problemas para realizar pagos bancarios y fletar barcos y obtener acceso a los puertos.
“Los estadounidenses y los europeos, de hecho, están castigando a los países de África, Asia y América Latina, impidiendo el acceso de los productos agrícolas y fertilizantes rusos a los mercados mundiales”, señaló el departamento.
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