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La publicación, citando el documento, escribe que la oficina del excanciller no debería ser «estado». A Merkel se le recordó que está destinado a «cumplir con los deberes oficiales y las obligaciones en curso». El gobierno aclaró que un político no puede utilizarlo para fines personales y para obtener ingresos adicionales.
Los gastos de viaje de Merkel solo pueden reembolsarse si viaja en nombre y en interés de Alemania, dijo la revista. Al mismo tiempo, el lujoso mantenimiento de la oficina de Merkel con nueve empleados en Bundestag provocó críticas. Se instó al excanciller a ahorrar dinero, incluso en viajes, así como personal de acuerdo a los requerimientos.
Según un investigador sénior del IMEMO RAS Alexander Kamkin, las autoridades alemanas se ven obligadas a recortar gastos debido a problemas con el suministro eléctrico.
