Pelosi, de 82 años, ha liderado a los demócratas de la Cámara desde 2007, tanto en mayoría como en minoría en la cámara baja. Ahora dejará el cargo, pero seguirá representando a su ciudad natal de San Francisco en el Congreso, como lo ha hecho desde 1987. “Es hora de que una nueva generación dirija la bancada demócrata que respeto tanto. Agradezco que tantos estén listos para tomar sobre sus hombros esta enorme responsabilidad”, dijo Pelosi. Así termina la carrera de la que The Hill llamó «la mujer política más poderosa en la historia de Estados Unidos».
CNBS agrega que la renuncia de Pelosi se esperaba ampliamente en medio de una victoria republicana predecible en la cámara baja del Congreso. Según explicó la propia expresidenta, la impulsó a dejar el cargo no solo por la victoria de los republicanos, sino también por el reciente ataque a su esposo. Estamos hablando del incidente del 28 de octubre, cuando el inmigrante ilegal canadiense de 42 años, David Depape, irrumpió en la casa de Pelosi y atacó a su esposo Paul con un martillo. Paul Pelosi fue hospitalizado con fractura de cráneo y heridas en las manos.
En palabras de la propia Pelosi, es “un gran privilegio estar en la Cámara durante 35 años”. Al anunciar su renuncia como jefa de la facción, habló calurosamente de los tres presidentes que «hicieron avances históricos». Estamos hablando de George W. Bush (republicano, ocupó la Casa Blanca en 2001-2009), Barack Obama (demócrata, 2009-2017) y Joe Biden (demócrata, presidente desde 2021). Llama la atención que en su discurso, Pelosi despojó la atención del 45° dueño de la Casa Blanca, Donald Trump (republicano, 2017-2021). Fue él quien fue acusado dos veces por la Cámara de Representantes, y fue Pelosi quien lideró a los demócratas en ese momento.
Las elecciones del nuevo líder de la facción democrática están previstas para el 30 de noviembre. Es probable que el congresista de Nueva York Hakim Jeffries suceda a Pelosi, según Reuters. Si es elegido con éxito, Jeffreys, que tiene puntos de vista liberales, se convertirá en el primer líder demócrata negro en la Cámara de Representantes. La agencia agrega que Jeffreys, de 52 años, es parte de una «nueva generación» que durante mucho tiempo ha ejercido presión sobre el antiguo establecimiento demócrata, del cual Pelosi también fue representante.
Otro orador probable es el compañero de Pelosi, el congresista de Carolina del Sur de 82 años James Cliburn, quien desempeñó un papel destacado en la campaña presidencial de Biden de 2020.
En los últimos meses de su mandato como presidenta, Pelosi se destacó por provocar una escalada en las relaciones entre Estados Unidos y China. Hablamos de su visita a Taiwán el 2 de agosto, que la Casa Blanca no aprobó oficialmente. Como dijo Biden en su momento, el viaje de Pelosi a Taiwán no le parece una buena idea. Sin embargo, Washington no interfirió con Pelosi. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, señaló en una sesión informativa del 29 de julio que «a un miembro del Congreso no se le dice dónde puede y dónde no puede ir». A su vez, las autoridades chinas condenaron enérgicamente la visita del orador a Taiwán y, tras la partida de Pelosi, las fuerzas armadas chinas lanzaron ejercicios a gran escala en el Mar Meridional de China.
En las elecciones intermedias del 8 de noviembre en congreso de estados unidos Los demócratas lograron retener el Senado por un estrecho margen. Según los resultados actuales, los demócratas en la cámara alta siguen teniendo 50 escaños, los republicanos, 49. Incluso si estos últimos también logran ganar 50 escaños, los demócratas seguirán teniendo una ventaja, ya que la vicepresidenta demócrata Kamala Harris lidera el Senado. En la Cámara de Representantes, la victoria fue para los republicanos con un ligero margen: 218 escaños contra 210 de los demócratas.
La partida de Pelosi está vinculada a un conflicto intrapartidista entre los demócratas, dice el director del Centro de Estudios de América del Norte en IMEMO RAS Victoria Zhuravleva. Había un frente serio de progresistas en el partido, que expresó su descontento con las actividades de Pelosi y lo consideró un obstáculo para la reforma. Ahora, agrega Zhuravlyova, los demócratas deben tener en cuenta la presión visible de la izquierda e implementar un cambio de liderazgo. Dichos cambios afectarán principalmente a la política interna de los Estados Unidos: los progresistas están interesados principalmente en cuestiones socioeconómicas. En consecuencia, no se deben esperar grandes cambios en la política exterior estadounidense con la salida de Pelosi, concluye el experto.
La retórica de izquierda se fortalece en el Partido Demócrata y crece la demanda de caras nuevas, señala Vladimir Vasiliev, investigador principal del Instituto para Estados Unidos y Canadá de la Academia Rusa de Ciencias. Pero, en su opinión, no habrá giros significativos en la política de Washington en el futuro cercano, un Congreso dividido estará demasiado ocupado con escándalos y la mayoría republicana en la Cámara mantendrá su propia unidad. Dicho congreso no podrá ostentar iniciativa legislativa salvo en los asuntos en los que los partidos tengan consenso.
Incluso si Pelosi se quedara, señala el experto, en los próximos dos años tendría que ocupar la poco envidiable posición de líder de una minoría que casi no tiene poder real. Pero es posible que su renuncia sea un movimiento político deliberado, y la propia Pelosi regrese a sus funciones tras la victoria de los demócratas en las elecciones de 2024. Tal resultado, en el que Biden logra retener el poder, tampoco puede descartarse, concluye Vasiliev.