Mal comienzo para Castillo en Perú: no tiene control sobre el Congreso
Como se anticipó, el presidente electo socialista peruano, Pedro Castillo, no pudo hacerse con el control del Congreso unificado, que el lunes eligió al candidato de una alianza liderada por la oposición.
Castillo está programado para asumir el cargo el miércoles 28 de julio, el Día de la Independencia de Perú, pero la votación legislativa es un desafío formidable a sus promesas de reformar la constitución e imponer impuestos a la industria minera.
María del Carmen Alva, del partido Acción Popular, ganó la presidencia del Congreso por un año legislativo completo por 69 a 10, mientras que una lista de candidatos propuesta por el movimiento Perú Libre de Castillo fue rechazada por cuestiones de procedimiento.
La falta de un proyecto de ley de partidos políticos ha significado que el congreso peruano tenga una serie de partidos, sin mayoría única, y una tendencia a formar alianzas circunstanciales en temas específicos. La Sra. Alva recibió el apoyo del partido conservador Fuerza Popular liderado por Keiko Fujimori, quien perdió la presidencia ante Castillo en una segunda vuelta el 6 de junio, acusando a los funcionarios electorales de tolerar el “fraude electoral”.
Castillo, un maestro comunitario, ganó el apoyo de los pobres y rurales del Perú que nunca vieron los beneficios de una economía peruana en auge, prometiendo gravar a la industria minera para ayudar a pagar la educación y mejorar el sistema de salud. Perú tiene uno de los peores registros en cuanto a muertes por Covid 19, contagios y vacunas insuficientes.
Sin embargo, Castillo es un aliado cercano de Vladimir Cerrón, neurocirujano, ex gobernador de una región peruana, acusado de soborno, que realizó estudios de posgrado en Cuba, y es un admirador de los hermanos Castro y los regímenes venezolanos, y ayudó a iniciar el ganador Perú Libre. partido del presidente electo.
Desde que ganó la segunda vuelta, Castillo ha pasado la mayor parte de su tiempo prometiendo que el marxista Cerrón no será parte de su administración, ni siquiera como asesor, que su administración no copiará ningún modelo extranjero, y ha pedido a los líderes de otros partidos que tengan un alianza para facilitar el gobierno. Si el voto de la presidencia del Congreso es una señal, no parece que los haya convencido.
Asimismo, la élite política y empresarial del Perú no profesa simpatía por Cerrón y muchas de las ideas planteadas por Castillo. Para comenzar con la redacción de una nueva constitución se necesitan mayorías especiales en el Congreso y aumentar los impuestos a la minería requerirá mucha paciencia y negociaciones. Y no olvidar que la legislativa anterior, también muy atomizada, depuso a cuatro presidentes, ya sea por acusaciones de corrupción o por simple incompetencia.