“No podemos arriesgarnos a una mayor desindustrialización en Europa en un momento en que estamos tratando de reindustrializarnos”, dijo, y señaló que la principal preocupación de París era “la repatriación de la inversión estadounidense en Europa”.
Según él, Macron entiende que la ley fue uno de los logros de Biden como presidente, pero cuenta con las excepciones que ya ha dispuesto Estados Unidos para Canadá y México.
El presidente de Francia llegará a Estados Unidos la noche del martes 29 de noviembre. Será el primer líder francés en visitar el país dos veces.
La ley en cuestión entró en vigor en Estados Unidos en agosto. Proporciona miles de millones en beneficios para las empresas que trabajan en el campo de las fuentes de energía renovables. Esto generó preocupaciones en Europa sobre el impacto de algunas de las medidas en la industria, incluida la amenaza de la inversión furtiva.
A mediados de noviembre, el ministro de Finanzas de Francia, Bruno Le Maire, dijo que las iniciativas legislativas de Estados Unidos se hacían eco de la política industrial de China, que subvenciona la producción nacional. Señaló que el mundo se ha movido hacia una «nueva globalización», China ha entrado en ella durante mucho tiempo, habiendo destinado enormes fondos para apoyar exclusivamente productos chinos, ahora Estados Unidos se ha sumergido en esto «ante nuestros ojos».
Según Bloomberg, el canciller alemán, Olaf Scholz, teme el riesgo de iniciar una «guerra comercial transatlántica» y teme que Macron pueda desencadenarla. Berlín cree que la Unión Europea necesita responder a las acciones de Estados Unidos con un mayor apoyo a su propia industria, y un conflicto con Washington sería un error estratégico, dijeron funcionarios del gobierno alemán a la agencia. Bloomberg llama a la falta de una posición común sobre este tema una señal de desacuerdo entre Francia y Alemania.