Biden pudo haber tardado 40 años en aprender la lección de que ocasionalmente menos es más, especialmente cuando habla como presidente. Pero parece haberlo dominado. Mientras compraba en Nantucket con su amada Jill y su amado hijo Hunter, los reporteros acosaron a Biden sobre un tema, redactado de manera diferente. De acuerdo a Mediarse escuchó a los reporteros preguntar:
«Señor. Presidente, ¿cuál es su reacción ante la cena de Donald Trump con un nacionalista blanco?”.
Y:
«Señor. Presidente, ¿qué opina de que Donald Trump cene con un nacionalista blanco? ¿Qué dice, señor?
Biden desató la respuesta perfecta:
«No querrás saber lo que pienso».
La respuesta es genial en muchos niveles, aunque casi seguramente fue improvisada. Por un lado, mantiene todo el enfoque en Trump al mismo tiempo que transmite una ira y un disgusto que es casi una sacudida proveniente del «buen chico» Biden.
Biden no está dispuesto a hacer esto político entre él y Trump. Trump se dañó a sí mismo, quizás de manera irreparable, entonces, ¿por qué hacer parte de eso? «Biden dice esto y Trump responde con eso…»
Y, sin embargo, la furia y el dolor de Biden de que algo así pueda suceder es un tiro directo a Trump y al creciente número de personas de extrema derecha que consideran que el antisemitismo y el racismo son más aceptables y abiertos.
Este es Biden con 40 años de experiencia. El joven Biden hablaba hasta el punto de que inevitablemente lo metería en problemas. No más. Es presidente por una razón. Habló en nombre de la nación al no hablar, al transmitir furia, y lo hizo de una manera que mostraba su amor y apoyo por los judíos y POC, mientras mantenía el enfoque en donde debería estar.
@JasonMiciak cree que un día sin aprender es un día que no se vive. Es escritor político, escritor de reportajes, autor y abogado. Es un ciudadano con doble ciudadanía nacido en Canadá que pasó su adolescencia y sus años universitarios en el noroeste del Pacífico y desde entonces ha vivido en siete estados. Ahora disfruta de la vida como padre soltero de una niña, escribiendo desde las playas de la Costa del Golfo. Le encanta hacer sus macetas, cocinar y actualmente estudia filosofía de la ciencia, religión y principios no matemáticos detrás de la mecánica cuántica y la cosmología. No dude en ponerse en contacto con cualquier inquietud.