En los próximos días, Macron se reunirá con su homólogo estadounidense Joe Biden. Se espera que los líderes de los países discutan no solo el conflicto en Ucrania y la situación en la región del Indo-Pacífico, sino que también toquen la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) de EE. UU., que Biden firmó en agosto de este año. En particular, la ley prevé la asignación de subsidios para vehículos eléctricos de fabricación estadounidense, que comenzará en enero.
Al mismo tiempo, señala el periódico, tales medidas conllevan consecuencias negativas para las empresas europeas, incluidas la alemana BMW o la francesa Renault.
Según la publicación, Macron intentará persuadir a Biden para que suavice la ley. “Creo que es contrario a las normas de la Organización Mundial del Comercio y es hostil”, comentó el líder francés sobre la adopción de la IRA.
Las preocupaciones de Macron y de Europa en general están relacionadas con el paquete estadounidense de subsidios y exenciones fiscales por valor de 369.000 millones de dólares para apoyar a las empresas ecológicas estadounidenses. La ley, que entrará en vigor el 1 de enero, prevé recortes de impuestos y beneficios en el campo del suministro de energía para las empresas que se abren en los Estados Unidos. En Europa confían en que la ley animará a las empresas a transferir inversiones desde Europa y animará a la gente a «comprar todo lo americano».