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Leo Varadkar asume por segunda vez como primer ministro de Irlanda este fin de semana, en un traspaso de poder entre los dos principales socios políticos de la coalición gobernante de tres partidos.
Varadkar, que es de raza mixta, abiertamente gay y sigue siendo uno de los líderes más jóvenes de Irlanda, incluso en su segundo período en el cargo, ascenderá de viceprimer ministro el sábado (17 de diciembre).
La rotación entre los partidos Fine Gael (afiliado al PPE) de Varadkar, de 43 años, y Fianna Fail (Renovar Europa) del actual primer ministro Micheal Martin no tiene precedentes en la historia de Irlanda.
Los partidos de centroderecha se forjaron a partir de bandos opuestos en la Guerra Civil Irlandesa a principios del siglo XX.
Acordaron el cargo de primer ministro rotativo como parte de una coalición con los Verdes de Irlanda después de las elecciones de 2020.
Varadkar fue visto como una cara nueva cuando asumió el mando de Fine Gael en 2017.
Pero después de dos años y medio como Taoiseach (primer ministro en irlandés), un fracaso en las urnas en 2020 y controversias como viceprimer ministro, sus críticos afirman que ha perdido su brillo.
Una encuesta de diciembre del Sunday Independent de Irlanda indicó que el 43 por ciento de los encuestados estaba a favor de que Martin permaneciera en el poder, frente al 34 por ciento de Varadkar.
Pero los partidarios de Varadkar señalan su experiencia guiando a la nación a través de la pandemia de coronavirus y las secuelas de la votación del Reino Unido en 2016 para abandonar la Unión Europea.
techos de cristal
El ascenso de Varadkar a la cima de la política irlandesa fue notable en un país dominado por una moralidad católica estricta y conservadora hasta bien entrada la segunda mitad del siglo pasado.
A los 38 años, se convirtió en el Taoiseach más joven del país, así como en el primer jefe de gobierno abiertamente homosexual y el primero de ascendencia india.
Varadkar nació en Dublín de una madre irlandesa que trabajaba como enfermera y un padre inmigrante indio, que era médico calificado.
Según los informes, a la edad de siete años, un precoz Varadkar les dijo a los amigos de su madre que quería ser ministro de salud.
Después de obtener un título en medicina del Trinity College de Dublín, se dedicó a la práctica general, pero se mantuvo involucrado en la política, y en 2007 aseguró la elección para Fine Gael en Dublin West.
En 2015, antes del referéndum de Irlanda que legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo, Varadkar se declaró públicamente gay.
Su socio, Matthew Barrett, es cardiólogo.
“Soy un hombre gay, no es un secreto, pero no es algo que todos necesariamente deberían saber”, dijo Varadkar a RTE en ese momento.
“No es algo que me defina…. Es parte de mi carácter”.
La revelación elevó su perfil, con elogios de todos los sectores de la política irlandesa y más allá.
Imagen
El mandato de Varadkar como Taoiseach se vio ensombrecido por el Brexit y la pandemia.
Fue ampliamente considerado como un comunicador eficaz que condujo al país a su primer confinamiento, uno de los más largos y estrictos impuestos en Europa.
Se volvió a registrar como médico, volviendo a trabajar una vez por semana mientras continuaba al frente del país.
En Brexit, Varadkar fue acreditado en 2019 con el ex primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, por romper el punto muerto en Irlanda del Norte.
Pero un acuerdo resultante, que efectivamente mantiene a la provincia dirigida por el Reino Unido dentro del mercado único europeo y la unión aduanera, sigue siendo un punto de tensión entre Bruselas y Londres.
La imagen de Varadkar se ha visto afectada más recientemente por una investigación policial sobre la filtración de un acuerdo de pago del gobierno para médicos de cabecera a un amigo.
En julio, el director de la acusación pública confirmó que no iniciarían un caso en su contra, lo que podría haber puesto en peligro su regreso como primer ministro.
La vida privada de Varadkar también ha sido el centro de atención en las últimas semanas después de que fue filmado socializando en un club nocturno de Dublín.
Las imágenes, que se han visto millones de veces en las redes sociales, han provocado un debate sobre la privacidad en la vida pública y la regulación de las redes sociales.
Defendido por colegas del gobierno, Varadkar respondió diciendo que no comentaría sobre el asunto personal.
Pero agregó que “todo el mundo comete errores de juicio”.
