Steve Davis, expresidente de la empresa de construcción de túneles de Musk, Boring Company, y una de las primeras contrataciones en SpaceX, conocido por trabajar 16 horas al día, es actualmente uno de los gerentes de más alto nivel que maneja los negocios del día a día en Twitter, según a un ex empleado de Twitter. Davis está “siempre cerca”, agregaron.
Otro candidato es David Sacks, quien trabajó con Musk en los primeros días de PayPal Holdings y ha sido un partidario vocal de Musk. Cualquiera que asumiera el papel heredaría un lío de políticas indefinidas y cambios de productos y un propietario voluble mirando por encima del hombro.
Musk no es conocido por cumplir sus promesas, por lo que hay muchas razones para sospechar que, incluso si técnicamente sigue los votos de la gente, seguirá dirigiendo Twitter de una manera poco ortodoxa; ha dicho después de todo que el título de CEO no tiene sentido.
Pero su administración de Twitter de siete semanas ha estado marcada por tanto caos y estrés que él podría seguir adelante con este. Musk ha querido salir de Twitter desde incluso antes de comprar la empresa, probablemente porque sabía que dirigir una empresa de redes sociales era uno de los trabajos más ingratos que se puedan imaginar.
Es por eso que el ex director ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey, realizó largos retiros de meditación y por qué el cofundador de Facebook, Mark Zuckerberg, escapó a la realidad virtual. Con algoritmos preparados para mantener la atención, las redes sociales crean estrés para las personas que usan las plataformas y quienes las ejecutan, y Musk se ha estado encaminando hacia el agotamiento al tratar de lograr el equilibrio imposible entre la libertad de expresión y la vigilancia del comportamiento de los usuarios.
Ha tuiteado teorías de conspiración y se ha vuelto cada vez más paranoico acerca de cómo las crecientes críticas podrían conducir a intentos de asesinato. Incluso ha suspendido a personas por publicar enlaces a plataformas competidoras, incluido el capitalista de riesgo Paul Graham, un miembro de la realeza de Silicon Valley que previamente había aplaudido los esfuerzos de Musk con sus 1,6 millones de seguidores en Twitter.