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La misión internacional de mantenimiento de la paz en Kosovo, KFOR, encabezada por la OTAN, desmanteló el jueves los últimos bloqueos de carreteras y barricadas que quedaban en el norte del país, poniendo fin aparentemente a semanas de carreteras y cruces fronterizos cerrados con Serbia.
La situación en el norte de Kosovo se deterioró durante el último mes después de la prohibición prevista de placas emitidas por Serbia, la renuncia masiva de serbios étnicos de las instituciones de Kosovo, elecciones planeadas pero luego pospuestas para reemplazarlos, y el arresto de un policía serbio por acusaciones de que atacó los locales de la comisión electoral central. Desde entonces, fue puesto bajo arresto domiciliario, lo que redujo significativamente las tensiones.
El 29 de diciembre, tras la intervención de las principales partes interesadas internacionales, los serbios comenzaron a eliminar los bloqueos y se reabrieron algunos de los cruces fronterizos cerrados por la acción.
El esfuerzo se llevó a cabo según el Mandato de las Naciones Unidas de KFOR basado en Resolución 1244 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para garantizar un entorno seguro y protegido y la libertad de movimiento en beneficio de todas las comunidades que viven en Kosovo.
“La eliminación de las barricadas siguió a los intensos esfuerzos de los aliados de la OTAN y la Unión Europea para calmar las tensiones, con el apoyo clave de la KFOR y la misión del Estado de derecho liderada por la UE (EULEX). El desmantelamiento de los últimos controles de carretera se realizó de manera rápida, segura y protegida para evitar incidentes y otros riesgos para la seguridad local”, indicó un comunicado de prensa de la OTAN.
Un tuit de la portavoz de la OTAN, Oana Lungescu, agregó que “la KFOR permanece alerta y tiene la capacidad y el personal para continuar implementando su mandato de la ONU”.
El comunicado de prensa agregó que la OTAN continúa apoyando el diálogo entre Belgrado y Pristina como “la principal plataforma para encontrar una solución que respete los derechos de todas las comunidades y para construir una paz y seguridad duraderas en toda la región”.
Además, el jueves, un funcionario de la OTAN dijo a Radio Free Europe que no había habido una solicitud oficial de Kosovo para aumentar el personal y las tropas después de que el primer ministro Albin Kurti dijera que sería beneficioso.
“Un aumento sustancial de soldados y equipo militar de la OTAN en nuestro país mejoraría la seguridad y la paz en Kosovo y en toda la región de los Balcanes Occidentales”, dijo Kurti al periódico alemán Die Welt el 1 de enero.
En cuanto al tema de las tensiones en el norte, Kurti dijo que no tiene miedo, pero sí preocupación porque con Serbia siempre hay riesgo.
“El peligro es porque del otro lado está Serbia, que no se ha arrepentido de sus crímenes, no cambia su actitud hacia Kosovo, y en el año que acabamos de dejar, hizo tres acuerdos significativos con Rusia”, dijo a Voz de America.
Kurti explicó que los tres acuerdos incluyen comprar el gas más barato de Europa y coordinar la política exterior.
“No sé qué más tiene que pasar para entender con qué tipo de Serbia estamos tratando. Debemos unirnos contra una Serbia más agresiva y hostil que nunca desde que declaramos la independencia en lugar de buscar imperfecciones dentro del sufrido Kosovo”, dijo.
(Alice Taylor | EURACTIV.com)
