Las autoridades electorales nicaragüenses prohíben por completo a los partidos de oposición
Después de semanas de arrestar a políticos y candidatos individuales, las autoridades nicaragüenses subieron el viernes su apuesta y optaron por prohibir por completo a todo un partido de oposición.
El Consejo Supremo Electoral (CSE) descalificó a Ciudadanos por la Libertad (CxL), lo que supuso un desafío al presidente Daniel Ortega en las elecciones del 7 de noviembre.
El CSE, bajo el control de los sandinistas gobernantes, también despojó a la presidenta de CxL, Carmella Rogers Amburn, de su cédula de identidad al recibir la notificación de la decisión del CSE “de cancelar la personalidad jurídica del partido político Ciudadanos por la Libertad (CxL). «
El fallo deja a CxL inelegible para postularse en noviembre, despejando así el camino para que Ortega, de 75 años, asuma un cuarto mandato consecutivo en el cargo.
El CSE dictó el fallo a petición del derechista Partido Liberal Constitucionalista (PLC), la segunda fuerza parlamentaria del país, que se cree ha estado colaborando con el grupo del exlíder guerrillero que derrocó al dictador Anastasio Somoza en 1979.
Según el PLC, Carmella Rogers Amburn, políticamente conocida como Kitty Monterrey, “tiene doble nacionalidad (estadounidense y nicaragüense), [which is] en notoria violación de la ley ?? y, por lo tanto, toda acción realizada por CxL debe ser declarada «nula y sin efecto».
Según María Haydeé Osuna del PLC, CxL cometió “constantes violaciones a la Ley Electoral”. porque “incumplió con sus obligaciones” y porque su presidenta, Kitty Monterrey, tiene doble nacionalidad (estadounidense-nicaragüense).
El gobernante Frente Sandinista (FSLN) ya anunció la candidatura de Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, a un cuarto mandato consecutivo en las elecciones del 7 de noviembre. “Estamos aquí para continuar la lucha contra la pobreza”. Murillo había dicho.
La Unión Europea (UE) ya había sancionado a Murillo, su hijo Juan Carlos y otros seis funcionarios gubernamentales con restricciones migratorias y financieras por su responsabilidad en las “graves violaciones de derechos humanos”. en Nicaragua.
La medida se suma a otras tomadas por Estados Unidos y Canadá contra funcionarios del gobierno de Ortega, en protesta por la represión contra opositores políticos desde la revuelta de 2018.