El gobierno de Hungría ha anunciado que las disposiciones de su controvertida nueva ley anti-LGBTQ se aplicarán tanto en iglesias como en escuelas.
La «Ley contra la pedofilia» se aprobó en junio y originalmente tenía como objetivo endurecer los castigos por abuso infantil, pero se agregaron enmiendas que prohíben la «promoción de la homosexualidad» a los menores de 18 años.
El decreto gubernamental que establece la implementación de la ley regula la “exhibición o representación” de productos que “expresen la homosexualidad” o representen una “desviación de la identidad correspondiente al sexo al nacer”.
Se prohibirá a las tiendas vender estos productos dentro de un radio de 200 metros de iglesias, así como escuelas e instituciones de protección infantil, anunció el gobierno el viernes por la noche (6 de agosto).
La ley ha provocado otra disputa entre Hungría y la UE.
La directora de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, la calificó de «una vergüenza» y la comisión inició un procedimiento de infracción contra Hungría, diciendo que la medida viola las normas de la UE sobre el derecho a la libertad de expresión, así como al libre comercio y prestación de servicios.
La ley es vista como la última salva en el proyecto del primer ministro nacionalista Viktor Orbán para remodelar Hungría en un país llamado iliberal fundado en valores cristianos conservadores.
Las empresas no pueden publicar anuncios que muestren apoyo a los homosexuales si se considera que están dirigidos a menores, de acuerdo con la ley.
Los maestros, editores y locutores temen que la ley pueda significar que se eliminen libros de los planes de estudio y que se prohíba la visualización diurna de películas si contienen personajes homosexuales.
La ley es la última de una serie dirigida a los húngaros LGBTQ, y los activistas advierten del creciente miedo en la comunidad.
Incluso antes de que entrara en vigor la última ley, un grupo de la sociedad civil fue multado por no proporcionar una advertencia de orientación parental en un libro para niños que publicó sobre padres del mismo sexo.
El 21 de julio, Orbán dijo que se llevaría a cabo una votación nacional para medir el apoyo interno a la nueva ley, aunque no se ha fijado una fecha.
Algunos analistas dicen que el objetivo de Orbán de la comunidad LGBT refleja su agenda anti-migración de larga duración y es un esfuerzo por apuntalar su base de votantes socialmente conservadora antes de las elecciones del próximo año.