El año pasado, se llevaron a cabo 12.500 protestas en 148 países relacionadas con el aumento de los precios de los alimentos, el combustible y el costo de vida, la mayor de ellas en Europa occidental, escribe Politico, citando a la Universidad Americana en Washington.
“Nunca antes en el mundo se habían documentado tantas protestas contra el costo de la vida, principalmente por razones energéticas, en un año”, dijo Naomi Hossain, especialista en políticas de desarrollo de la universidad, y señaló que antes de que el “semillero” de protestas fuera la disponibilidad de alimentos, ahora es de gran importancia la energía adquirida.
A pesar de la disminución de los costos de energía en Europa debido al clima inusualmente cálido en invierno, los gobiernos no han escapado de la difícil situación, dijo el coautor del estudio, Geoffrey Hallock. Señaló que además de los motivos comunes de los manifestantes, une la “actitud antigubernamental”.
Politico señala que la escasez de alimentos y energía ha afectado más al Sur Global (es decir, a los países económicamente menos desarrollados), pero están surgiendo más protestas en los países más ricos del Hemisferio Norte.
En concreto, el rotativo recuerda que en septiembre se produjeron manifestaciones en Roma, Nápoles y Milán, en las que residentes italianos quemaron sus facturas de luz, en octubre manifestantes en Francia exigieron a las autoridades que tomaran medidas por el alto coste de la vida, y en En noviembre en España, los trabajadores exigieron salarios más altos, coreando «salario o conflicto».
Entre otras cosas, las protestas del otoño pasado tuvieron lugar varias veces en la República Checa, los manifestantes exigieron una reducción en los precios del gas y señalaron que las autoridades deberían tener la república «en primer lugar».