Lula promete apoyo continuo al reclamo de Argentina sobre las Islas Malvinas
La Cuestión de las Islas Malvinas no estuvo ausente de la larga declaración conjunta de cooperación suscrita en Buenos Aires por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y su anfitrión Alberto Fernández, como señala el Artículo 81. Ambos mandatarios se reunieron en la capital argentina en el marco de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), a partir del lunes.
“El presidente de Brasil renovó el apoyo de su país a los legítimos derechos de Argentina en su disputa con el Reino Unido relativa a las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, y los espacios marítimos circundantes. El Presidente Fernández agradeció el permanente apoyo de Brasil a la posición argentina en la Cuestión Malvinas, reflejado en la tradicional posición de Brasil referida a los hechos de 1833 y las numerosas declaraciones adoptadas por foros regionales y multilaterales en las que se abordaron. Afirmaron que la presencia militar del Reino Unido en las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes es contraria a la política de adhesión de la región a la búsqueda de una solución pacífica a la disputa de soberanía y reiteraron su rechazo a tal presencia. así como la exhibición de ejercicios militares, que violan las Resoluciones de la Asamblea General de la ONU, en particular la Resolución 31/49”, dice la declaración.
Además, se puede decir que el Artículo 74 de alguna manera aborda tal situación al “subrayar la importancia de respetar la preeminencia del Derecho Internacional, incluido el Derecho Internacional Humanitario y los Derechos Humanos, y cumplir con todos los principios de la carta de las Naciones Unidas, enfatizando la obligación internacional de respetar la soberanía de los Estados y su integridad territorial. En ese sentido, la negociación y la diplomacia son las mejores soluciones a los conflictos y siempre preferibles para garantizar la paz y la seguridad internacional”.
Fernández y Lula se reunieron el lunes por la mañana en la Casa Rosada en lo que se considera el relanzamiento de los lazos bilaterales tras los años de Jair Bolsonaro.
El acuerdo completo consta de 82 cláusulas, una de las cuales es la posibilidad de crear una moneda común y de un canje entre los dos países.
Ambos líderes también pidieron un poder judicial independiente y se comprometieron a combatir la desinformación, la radicalización política y las amenazas al estado de derecho. Los dos gobiernos “ratificaron su convicción de que la democracia, el pluralismo y el respeto a los derechos humanos y las libertades individuales son factores de progreso, prosperidad y paz social” y destacaron “el papel insustituible que tienen las instituciones judiciales en sus sistemas constitucionales como garantía del derechos de las personas frente a la persecución por motivos políticos y legales”.
Lula y Fernández destacaron que “los sistemas de gobierno republicanos necesitan que las instituciones judiciales mantengan su independencia e imparcialidad frente a los intereses económicos, políticos y mediáticos” y expresaron su “preocupación por los efectos delictivos de la desinformación, la radicalización política y las amenazas a la democracia”. Imperio de la ley.»
También coincidieron en “la necesidad de ampliar la cooperación y coordinación bilateral para avanzar en la lucha contra la desinformación y los contenidos ilegales en Internet”.
El mandatario brasileño invitó a Fernández a visitarlo en junio con motivo de los festejos por los 200 años de las relaciones diplomáticas entre los dos países. En esa ocasión, se firmará el “Plan de Acción para el Relanzamiento de la Alianza Estratégica Brasil-Argentina”, informó.
El objetivo del líder del PT es “promover la integración en temas estratégicos para la relación bilateral en materia política, económica, social, científica y tecnológica, educativa y cultural, entre otros”.
Mercosur, el mercado regional común que también incluye a Uruguay y Paraguay, será una prioridad, según el documento, mientras que Bolivia está cerca de convertirse en miembro pleno.
Fernández y Lula también se comprometieron a trabajar “constructivamente por el futuro retorno de la República Bolivariana de Venezuela” al bloque regional y a impulsar las negociaciones pendientes para hacer operativo el acuerdo comercial con la Unión Europea (UE).
Los dos mandatarios sudamericanos también expresaron su preocupación por las recientes medidas proteccionistas unilaterales en Europa por supuestas cuestiones ambientales, que pueden afectar al acuerdo, y señalaron “la necesidad de seguir contando con un diálogo fructífero e instrumentos de cooperación económica eficaces para evitar que la UE continúe iniciativas, particularmente en el marco del Pacto Verde y los nuevos compromisos en materia de sostenibilidad ambiental, afecten negativamente los equilibrios necesarios para incrementar el bienestar económico y social de ambos bloques.”
También coincidieron en la “conveniencia de dar continuidad a las negociaciones de otros acuerdos comerciales de la agenda externa que están próximos a su conclusión y firma”.
En cuanto a un canje de divisas para favorecer el comercio bilateral, Fernández y Lula acordaron iniciar estudios técnicos sobre “mecanismos para profundizar la integración financiera y mitigar la escasez temporal de divisas, incluyendo mecanismos a cargo de los bancos centrales”, al tiempo que compartieron “la intención de crear un moneda sudamericana en el largo plazo, con miras a impulsar el comercio y la integración productiva regional y aumentar la resiliencia ante choques internacionales”.
Los dos mandatarios también acordaron relanzar Unasur, la Unión de Naciones Suramericanas, de la que se han retirado Argentina, Perú, Colombia, Ecuador y Paraguay.
Ambos presidentes también coincidieron en su alianza estratégica como miembros de un mismo grupo negociador en el marco de las negociaciones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y destacaron la importancia de fortalecer los esfuerzos en la lucha contra el cambio climático en línea con los principios de equidad. , responsabilidades comunes pero diferenciadas y capacidades respectivas.
Respecto a la guerra en Ucrania, Fernández y Lula expresaron “su preocupación por… sus graves consecuencias humanitarias y de paz en Europa”.
Asimismo, señalaron que esta situación “genera efectos negativos en la seguridad energética y alimentaria mundial, agravados por la aplicación de sanciones unilaterales, que imponen penurias adicionales a las economías de todo el mundo”, al tiempo que pidieron “un cese inmediato de hostilidades y pleno respeto a la Carta de las Naciones Unidas, instando a todas las partes a participar en esfuerzos diplomáticos que conduzcan a un arreglo negociado pacífico”.