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El Papa Francisco voló a casa el domingo con los líderes de las iglesias anglicana y escocesa después de un viaje conjunto a Sudán del Sur, plagado de violencia, donde hizo un llamado en una misa final para que la gente deponga sus «armas de odio». Grandes multitudes de adoradores exultantes se habían reunido en la capital, Juba, para ver al pontífice de 86 años, quien hizo de la paz y la reconciliación el tema de su viaje de tres días a la nación más nueva del mundo. Para más información sobre la histórica visita del Papa, FRANCE 24 se une al Dr. Yvan Yenda Ilunga, profesor asistente de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en la Universidad Salve Regina.