El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, pidió el martes (7 de febrero) la financiación de la Unión Europea para las vallas fronterizas, reviviendo una idea que durante mucho tiempo se consideró inadmisible antes de una cumbre de los líderes del bloque para discutir cómo frenar la inmigración irregular.
La reunión de los 27 líderes nacionales de la UE se convocó después de que Austria y los Países Bajos encabezaran un creciente coro de quejas sobre el aumento de llegadas. La agencia fronteriza del bloque reportó 330.000 cruces irregulares el año pasado, el más alto desde 2016.
Los estados de la UE están amargamente divididos sobre compartir la tarea de cuidar a los refugiados en su suelo, y durante años se han centrado en reforzar sus fronteras exteriores para evitar que las personas lleguen a través de rutas no oficiales, y a menudo mortales.
Países como Polonia, Hungría y Eslovenia erigieron vallas fronterizas para mantener alejados a los refugiados y migrantes, aunque la Comisión Europea ejecutiva de la UE, que administra el presupuesto compartido del bloque, hasta ahora se ha negado a pagar tales barreras, diciendo que iría en contra de los valores democráticos liberales y derechos humanos.
En una llamada previa a la cumbre con sus homólogos polacos, belgas, finlandeses, malteses y búlgaros, Orbán pidió financiación de la UE para este tipo de proyectos y dijo que “las vallas protegen a toda Europa”, según su jefe de prensa citado por la agencia estatal de noticias MTI. .
La jefa de la Comisión, Ursula von der Leyen, se negó anteriormente a financiar “alambres de púas o muros”, aunque el ejecutivo con sede en Bruselas ofrece dinero para infraestructura fronteriza física, como equipos de vigilancia.
‘Roto’
La UE dice que los sirios, afganos y tunecinos dominaron entre los que llegaron el año pasado, y que solo alrededor de un tercio de las personas obtendrían asilo, mientras que el resto debería ser expulsado.
Aunque ha acogido a varios millones que huyen de la guerra de Rusia en la vecina Ucrania, el bloque está tratando de devolver a más personas a Medio Oriente, el norte de África y el sur de Asia a medida que las crecientes llegadas irregulares reviven políticas más duras.
En una carta conjunta antes de la cumbre, los líderes de Malta, Dinamarca, Grecia, Lituania, Letonia, Estonia, Austria y Eslovaquia dijeron que el «sistema de asilo actual de la UE está roto».
“La migración irregular se ha convertido una vez más en uno de los problemas más apremiantes en la UE”, dijeron. “Sin esfuerzos renovados y exitosos… solo se puede esperar que la migración irregular a Europa continúe y aumente en los próximos años”.
Pero las profundas divisiones entre los 27 países de la UE sobre el manejo de migrantes y refugiados significan que acordar un nuevo sistema integral de migración y asilo para el bloque para las próximas elecciones europeas en 2024 es una tarea difícil.
Los grupos de derechos humanos critican el enfoque cada vez más restrictivo de la UE sobre la inmigración como ilegal e inhumano. Otros críticos dicen que hablar con dureza sobre la inmigración sirve para ganar puntos políticos con los votantes de derecha y no tiene en cuenta la escasez de mano de obra en una Europa que envejece.