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Minsk, Bielorrusia
CNN
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El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, afirmó que «no hay forma» de que su país envíe tropas a Ucrania a menos que sea atacado, en medio de temores de que el aliado cercano de Rusia ayude a facilitar una ofensiva de primavera de Moscú.
“Somos gente pacífica. Sabemos lo que es la guerra y no queremos la guerra”, dijo el líder autoritario Lukashenko, quien tiene estrechos vínculos con el presidente ruso Vladimir Putin, en una conferencia de prensa en Minsk el jueves.
“De ninguna manera vamos a enviar nuestras tropas a Ucrania a menos que vayan a cometer una agresión contra Bielorrusia”, dijo Lukashenko. “Pero no olviden que Rusia es nuestro aliado, legal, moral y políticamente”, agregó.
Mientras tanto, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, anunció que putin se reunirá con Lukashenko en la región de Moscú el viernes.
Bielorrusia ayudó a Rusia a lanzar su invasión inicial de Ucrania en febrero pasado, lo que permitió que las tropas del Kremlin ingresaran al país a través de la frontera ucraniano-bielorrusa de 1.000 kilómetros (621 millas) al norte de Kiev.
Desde entonces, Minsk ha afirmado en numerosas ocasiones que drones y misiles ucranianos han entrado en su territorio, a veces sin aportar pruebas.
Ha habido temores durante todo el conflicto de que Bielorrusia vuelva a ser utilizada como campo de lanzamiento para otra ofensiva, o que las propias tropas de Lukashenko se unan al conflicto, citando episodios como provocaciones contra su soberanía. Las tensiones han vuelto a aumentar en la frontera en los últimos días mientras Ucrania se prepara para un nuevo ataque.
Lukashenko continuó diciendo el jueves que Rusia “nunca le ha pedido” que inicie una guerra conjunta en Ucrania.
Un equipo de CNN visitó la frontera suroeste de Bielorrusia cerca del noroeste de Ucrania a principios de esta semana, acompañado por funcionarios fronterizos estatales.
El equipo de CNN estaba a 100 metros (328 pies) del lado ucraniano, donde vieron la fortificación del área fronteriza por parte del gobierno bielorruso con alambre de púas en una gira de prensa cuidadosamente orquestada y estrictamente controlada.
Según el equipo de CNN en el terreno, el lado ucraniano de la frontera está fuertemente barricado con varias capas de alambre de púas y montículos de tierra para evitar que nadie pase.
Los funcionarios bielorrusos le dijeron a CNN que el cruce fronterizo de su lado en la pequeña ciudad de Dyvin todavía funciona, pero que el lado ucraniano ha cerrado el cruce.
Kiev ha cerrado todos los cruces fronterizos con Bielorrusia, excepto para permitir ocasionalmente la entrada de refugiados ucranianos que buscan regresar a su país de origen, por temor a que Bielorrusia pueda ser utilizada para una nueva invasión por parte de Rusia.
El equipo de CNN pudo ver una bandera ucraniana en el lado ucraniano del cruce fronterizo y una bandera roja y blanca asociada con la oposición bielorrusa, una medida que las autoridades bielorrusas calificaron de “provocación”.
Anteriormente bajo control soviético hasta que declaró su soberanía en 1990, Bielorrusia sigue siendo uno de los aliados más cercanos de Rusia y ha desempeñado un papel clave en su invasión de Ucrania, a pesar de que Lukashenko dijo anteriormente que su país estaba “siendo arrastrado” a la guerra.
Las tropas rusas lanzaron la invasión el 24 de febrero, cruzando a Ucrania desde Bielorrusia después de meses de acumulación a lo largo de la frontera de Ucrania. En los primeros días del asalto, los bombarderos rusos Tu-22 «Backfire» utilizaron el espacio aéreo bielorruso para lanzar ataques coordinados con misiles de crucero contra objetivos dentro de Ucrania. Más recientemente, las dos naciones se han involucrado en ejercicios militares conjuntos cerca del cruce entre Bielorrusia y Ucrania.
