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TOKIO: Los grandes fabricantes en Japón se mantuvieron pesimistas en febrero y el estado de ánimo del sector de servicios cayó por segundo mes consecutivo, mostró una encuesta de Reuters, una señal de que la desaceleración mundial está frenando la recuperación del país del estancamiento económico inducido por COVID.
El Tankan mensual de Reuters, que sigue de cerca la encuesta trimestral tankan clave del Banco de Japón (BOJ), encontró que el índice de confianza para los grandes fabricantes se situó en -5 en febrero, con pocos cambios desde el -6 del mes anterior.
El estado de ánimo en el sector de servicios cayó por segundo mes consecutivo a 17, por debajo de un máximo de tres años de +25 visto en diciembre y subrayando las preocupaciones sobre el consumo privado, que representa más de la mitad de la economía japonesa.
Los encuestados esperaban una mejora gradual de las condiciones en los próximos tres meses.
La encuesta pregunta a los encuestados si la situación empresarial es buena, no tan buena o mala. El valor del índice resultante es el porcentaje de respuestas «buenas» menos el porcentaje de «malas».
Se enviaron preguntas para la encuesta del 8 al 17 de febrero a 493 grandes empresas no financieras japonesas, de las cuales respondieron 244, todas bajo condición de anonimato.
Los fabricantes de subsectores como la maquinaria eléctrica y los equipos de automóviles y transporte se encontraban entre los menos optimistas, con índices de confianza profundamente negativos, lo que refleja la pérdida de negocios de las empresas por la disminución de la producción de automóviles y la escasez de chips.
Muchas empresas también se quejaron de los aumentos en los precios de la energía y las materias primas y la debilidad del yen, ambos factores que han elevado las facturas de importación, aumentando el costo de hacer negocios, mostró la encuesta.
«No hemos podido transferir los crecientes costos de los materiales, el gas y la electricidad a nuestros clientes. Además de eso, los salarios están aumentando, todo lo cual aprieta el entorno comercial», escribió en la encuesta un gerente de una empresa de procesamiento de metales.
Las empresas se mostraron cautelosas sobre el aumento del gasto de capital para aumentar las exportaciones en parte debido a la guerra en Ucrania, las fricciones entre Estados Unidos y China y los posibles aumentos de infecciones en China tras el levantamiento de los controles de COVID-19 allí.
«La invasión prolongada de Ucrania por parte de Rusia, un aumento en los costos de la energía, las subidas de precios y el aumento de las tasas de interés parecen haber minado no solo el apetito de los consumidores por gastar, sino también la inversión empresarial», escribió un gerente de un fabricante de maquinaria.
Un gerente de una empresa de transporte comentó: «El entorno que rodea la logística y la fabricación sigue siendo grave debido al coronavirus, la escasez de chips, la debilidad del yen, el aumento de los precios de las materias primas, la crisis de Ucrania y la escasez de combustible y cultivos».
El último tankan del BOJ mostró que en diciembre el estado de ánimo de los grandes fabricantes se había agriado en el último trimestre de 2022 al nivel más bajo en casi dos años, ya que las presiones de costos y la perspectiva de una desaceleración de la demanda mundial empañaron las perspectivas.
La economía de Japón evitó la recesión en el cuarto trimestre, pero se recuperó mucho menos de lo esperado debido a la caída de la inversión empresarial.
