Chile refuerza presencia militar cerca de frontera entre Perú y Bolivia
El Gobierno chileno del presidente Gabriel Boric Font ha aumentado la fuerza militar del país sudamericano en áreas fronterizas con Perú y Bolivia, como Arica, Parinacota, Tarapacá y Antofagasta, en un movimiento para combatir la inmigración ilegal, se informó.
Extranjeros descontrolados que se arrastran por el norte y mapuches violentos en el sur han afectado la imagen de Boric, que ahora tiene un 70% de desaprobación en medio de crecientes llamados de que “Chile [be] para los chilenos”. En ese escenario, Boric autorizó el uso de la fuerza en caso de que los migrantes incumplan las instrucciones que les den cuando sean sorprendidos ingresando al país por vías no autorizadas.
“Estaremos visitando algunos de los sitios de despliegue el próximo lunes, para ver cómo se apoya este trabajo de las fuerzas armadas”, dijo a periodistas la ministra del Interior, Carolina Tohá.
El ejército chileno tiene encomendada la misión de restaurar el control durante los próximos 90 días en una región inundada de migrantes, en su mayoría venezolanos, que llegan en condiciones precarias y en cantidades tan altas que las organizaciones de ayuda social que intentan ayudar se han derrumbado.
Según el decreto de Boric, las unidades militares “pueden realizar controles de identidad y detener a las personas que ingresan o salen por un paso fronterizo no autorizado”, para luego entregarlas a la policía local.
El alcalde de Colchane, Javier García, dijo en una entrevista radial que allí “llegan un promedio de 400 personas” diariamente por los cruces no autorizados. La localidad andina de Colchane, en la frontera con Bolivia, es el paso más utilizado por los extranjeros para ingresar a Chile, y es una región donde decenas de personas han muerto en los últimos años. Quienes logran llegar a las ciudades chilenas se instalan como pueden en carpas o en plazas, caminando a la deriva, pidiendo ayuda. El año pasado, el gobierno del entonces presidente Sebastián Piñera amplió una zanja de 600 metros construida hace seis años cerca de Colchane pero los traficantes de personas y narcotraficantes construyeron puentes para cruzarla.
El despliegue militar podría extenderse más de 90 días si se otorga la aprobación del Congreso.