La norma de emisiones Euro 7 propuesta, que pretende reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno y partículas que emiten los vehículos, debe posponerse ya que no puede aplicarse de manera realista para 2025, dijo el ministro de Transporte, Andrej Doležal.
Por ahora, «es solo una propuesta de la Comisión Europea», dijo Doležal a EURACTIV Eslovaquia, y agregó que «no conocemos los detalles del decreto de implementación».
“No estamos en contra de la norma, pero seamos realistas. Los diálogos tripartitos concluirán en 2024. Si el Parlamento y el Consejo lo acuerdan, los fabricantes de automóviles tendrán un año como máximo para implementar los nuevos estándares en la producción. Antes tiene que haber investigaciones y pruebas”, agregó. Los activistas creen que los automóviles producidos bajo la norma Euro 7 circularán por las carreteras europeas mucho después de 2035.
Doležal también cuestionó la lógica de la norma propuesta en el contexto de un plan de facto prohibición de nuevos automóviles con motor de combustión después de 2035, y advirtió sobre los altos costos para los fabricantes de automóviles.
“Escucho atentamente las voces de los fabricantes de automóviles y están preocupados. Significará gastos de producción dramáticamente más altos para ellos e incluso puede conducir al abandono de ciertos segmentos de automóviles”, explicó Doležal.
“Obligaríamos a las automotrices a invertir en los tipos de motores que pueden ser abandonados después de 2035”, dijo, y señaló que la posición es del ministerio y que aún debe ser aprobada por el Consejo Nacional.
Eslovaquia, por tanto, se acerca más a la posición de la República Checa, que llega a oponerse por completo a la norma.
“Nuestra posición sobre la forma actual del estándar es claramente negativa. Somos conscientes de la amenaza a la producción de automóviles para automóviles, camiones y autobuses, así como de la importante amenaza al acceso público a los automóviles. Solicitaremos la modificación necesaria de la norma”, dijo el ministro de Transporte checo, Martin Kupka.
Cuando se le preguntó su opinión sobre los nuevos estándares de emisiones de CO2 para automóviles y vehículos ligeros, que incluyen la prohibición de facto, Doležal dijo que Alemania, exigiendo una exención para los automóviles ICE que funcionan con combustibles electrónicos después de 2035, podría sentar «un precedente interesante» para política europea.
Según Doležal, abrir una “discusión sobre los combustibles electrónicos” sería un paso positivo.
“Sin embargo, también espero una discusión nacional sobre la infraestructura y si podemos tenerla lista para 2035”, dijo Doležal, y agregó que “no debemos descartar la tecnología solo porque aún no la conocemos”.
(Michal Hudec | EURACTIV.sk)