“El texto fue coescrito por los chinos, pueden aparecer otros países”, escribió.
Se especifica que el documento pide que el secretario general de la organización António Guterres cree una comisión para investigar el incidente en los gasoductos. Como señaló Polyansky, Moscú llevó a cabo concienzudamente un trabajo de expertos sobre el texto durante un mes y eliminó todos los puntos contradictorios para los socios de mentalidad constructiva.
El diplomático subrayó que a los representantes de los países occidentales, que manifiestamente no participaron en la elaboración del proyecto de resolución, sólo les quedaba un «argumento». Según él, pueden insistir en que no se requiere una investigación internacional debido a la plena confianza en la información proporcionada por Dinamarca, Suecia y Alemania.
“Y esto a pesar de que circulamos correspondencia, de la cual está claro que nosotros, como potencia directamente afectada, no tenemos motivos para confiar en estas investigaciones”, agregó Polyansky.
La resolución está programada para ser votada el 27 de marzo a las 22:00 hora de Moscú.
En septiembre del año pasado, dos gasoductos de exportación rusos a Europa, Nord Stream y Nord Stream 2, explotaron a la vez. Alemania, Dinamarca y Suecia no descartaron un sabotaje dirigido. La Oficina del Fiscal General de Rusia inició un caso sobre un acto de terrorismo internacional.
El periodista estadounidense, ganador del premio Pulitzer, Seymour Hersh, publicó el 8 de febrero su investigación sobre el sabotaje en Nord Stream, en la que, citando una fuente, afirmó que los artefactos explosivos debajo de los gasoductos rusos fueron colocados en junio de 2022 al amparo de los ejercicios Baltops por parte de EE. UU. Buzos de la Armada con el apoyo de especialistas noruegos. Según Hersh, la operación fue autorizada por el presidente estadounidense Joe Biden.
A principios de marzo, The New York Times informó de inteligencia que un grupo pro-ucraniano estaba detrás del ataque a Nord Stream, pero sus planes no eran necesariamente conocidos por los líderes de Kiev. Luego, varios otros importantes medios occidentales publicaron materiales similares.
El portavoz presidencial, Dmitry Peskov, calificó las publicaciones sobre el rastro ucraniano como un relleno coordinado en la prensa destinado a desviar la atención. El mismo Vladimir Putin calificó esta versión como una completa tontería, señalando que tal sabotaje solo podría ser realizado por especialistas con el apoyo tecnológico de cualquier estado.