Los funcionarios de Botswana han negado las acusaciones de un complot para dañar o matar al expresidente Ian Khama, la última de una serie de reclamos y disputas que se remontan a 2018 y el ascenso del actual presidente Mokgweetsi Masisi.
“No hay ninguna amenaza por parte del estado sobre la vida del Dr. Khama”, dijo el comunicado de Botswana. Continuó instando a Khama a buscar reparación en los tribunales si tiene algún reclamo legítimo contra “un estado-nación gobernado democráticamente que respeta y observa profundamente el estado de derecho”.
Khama, que vive en Sudáfrica, dice que necesita regresar a Botswana para el ciclo electoral de 2024 para ayudar a expulsar a Masisi, quien en un momento fue su sucesor elegido a dedo en una relación que se deshizo al final del segundo mandato de Khama. La división provocó una escisión en el gobernante Partido Democrático de Botswana (BDP).
Pero Khama también afirma que su propia seguridad y libertad están en peligro, y que se enfrenta a un arresto o algo peor si regresa a Botswana. En diciembre se emitió una orden de arresto contra Khama por cargos de armas de fuego ilegales, pero Botswana también afirma que es culpable de lavado de dinero.
Los líderes en Botswana rechazaron los informes sobre Khama y dijeron que no son nada nuevo.
“El presidente Khama debe ser consciente de que no puede seguir siendo víctima en diferentes plataformas de medios y acusar al gobierno de todo tipo de cosas o males que son infundados”, dijo el comunicado del gobierno.
Imagen: Ian Khama