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El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió este martes un «apoyo internacional masivo» para Somalia durante su visita al país del este de África, que enfrenta la peor sequía en décadas.
Durante una rueda de prensa conjunta con el presidente Hassan Sheikh Mohamud, Guterres dijo a los periodistas que estaba en Somalia “para hacer sonar la alarma” sobre la necesidad del país de un apoyo internacional masivo.
Dijo que la nación está lidiando con dificultades humanitarias al mismo tiempo que combate una grave amenaza terrorista.
El jefe de la ONU recibió una alfombra roja de bienvenida con una guardia de honor mientras funcionarios somalíes y de la ONU lo saludaban en el aeropuerto internacional de la capital, Mogadiscio.
La mayor parte de la ciudad fue cerrada por la visita de Guterres, con el transporte público restringido.
Guterres agradeció a Mohamud por la cálida bienvenida y dijo que esperaba con ansias más tarde el martes el Iftar, la ruptura del ayuno de Ramadán.
Mohamud, a su vez, agradeció a Guterres por demostrar preocupación por Somalia.
“Esta visita nos asegura que la ONU está totalmente comprometida a apoyar nuestros planes para la construcción del Estado y la estabilización del país”, dijo el presidente. “Confiamos en que el pueblo somalí podrá superar los problemas y desafíos que aún enfrenta mediante la culminación de la liberación del país y la reconciliación”.
Los expertos en seguridad alimentaria dicen que la vida sigue siendo «extremadamente crítica» para más de 6 millones de personas hambrientas en la sequía histórica de Somalia.
El país también enfrenta inseguridad mientras lucha contra miles de combatientes de la filial de al-Qaida en África Oriental, al-Shabab.
Guterres visitó un campamento para desplazados internos en Baidoa, en el suroeste de Somalia. Elogió la determinación de los residentes de reconstruir sus vidas.
“En el mes sagrado del Ramadán, necesitamos una generosidad de la comunidad internacional que es absolutamente crucial para rescatar a estas personas que he visto en este campamento y que viven en circunstancias tan dramáticas”, dijo Guterres.
Habiba Isak Ibrahin, una de las personas desplazadas por la severa sequía, dijo a The Associated Press que perdió sus cultivos y su ganado y tuvo que buscar ayuda en el campamento.
(AP)
