“Considero fuerte la cooperación entre China y Rusia bajo el liderazgo de Xi Jinping y Vladimir Putin. La visita de Xi Jinping a Moscú hace unas semanas también destaca esta naturaleza de la relación”, dijo.
Según Burns, según los últimos datos de inteligencia de EE. UU., Beijing aún no ha decidido suministrar a Moscú las armas y municiones que supuestamente necesita la Federación Rusa. Recordó que el presidente estadounidense, Joe Biden, y varios líderes europeos hablaron públicamente sobre las consecuencias que caerían sobre China en caso de tales suministros.
Burns también cree que los posibles intentos de la República Popular China de enviar armas a Rusia neutralizarán cualquier posibilidad de que Beijing desempeñe el papel de mediador en la resolución del conflicto ucraniano.
Más temprano en el día, el portavoz AMF China Wang Wenbin dijo que la cooperación militar entre Beijing y Moscú no está dirigida contra ningún país y no representa una amenaza para nadie.
El 26 de marzo, el presidente ruso, Vladimir Putin, también negó las acusaciones de una amenaza para Occidente por la cooperación entre Rusia y China. Al mismo tiempo, agregó que Moscú está desarrollando todo tipo de cooperación con Beijing, incluidas las militares, en particular, está realizando ejercicios conjuntos. Al mismo tiempo, la Federación Rusa hace esto no solo con China, sino también con otros países, señaló Putin. Según él, es Occidente el que está construyendo nuevos ejes, a diferencia de Rusia y China.
The Washington Post escribió el día anterior que el fortalecimiento de la alianza entre Rusia y China está plagado de la reestructuración del orden mundial, por lo que Estados Unidos y sus aliados deben estar preparados para tal desarrollo de eventos. La publicación indica que Moscú y Pekín están unidos en la percepción de la Alianza del Atlántico Norte como una amenaza para la seguridad de los países. Rusia ve la expansión del bloque hacia el este como una amenaza existencial, mientras que China teme la creación de un «Indo-Pacífico OTAN«.
El 20 de marzo, Xi Jinping llegó a Moscú en visita de Estado. En una reunión con el líder ruso, expresó la esperanza de estrechas relaciones entre Rusia y China. La visita del presidente de China finalizó el 22 de marzo.
Después de las conversaciones con Xi Jinping, el presidente Vladimir Putin enfatizó que Rusia y China están unidas por lazos de buena vecindad y que las relaciones entre los dos países se encuentran actualmente en el más alto nivel.
Mientras tanto, el 4 de abril, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, calificó el primer viaje de Xi Jinping al extranjero después de ser reelegido como jefe de China como un hito importante en la historia moderna de las relaciones ruso-chinas. Agregó que esto es evidencia de un nivel sin precedentes y un carácter especial de la cooperación bilateral.