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Las torres de alta tensión, que sostienen los cables eléctricos de alta tensión, cayeron sobre partes de la autopista N4 el fin de semana. Al menos tres de los pilones habían sido destrozados.
Técnicos trabajando en la reparación de los desperfectos de las torres eléctricas derrumbadas en la N4. Imagen: @CityTshwane/Twitter.
JOHANNESBURGO – La ciudad de Tshwane dijo que todavía estaba calculando el costo de los daños a la infraestructura causados a la red eléctrica del municipio.
El alcalde de la ciudad, Cilliers Brink, dijo que temía que el robo de cables y metales se estuviera saliendo de control, con elementos como láminas, rejillas, medidores de agua, grifos, tapas de alcantarillas y, más recientemente, metal de las torres eléctricas.
Las estructuras masivas, que soportan cables eléctricos de alto voltaje, cayeron sobre partes de la autopista N4 el fin de semana.
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Al menos tres de los pilones habían sido destrozados.
Brink dijo que el robo y la destrucción de la infraestructura destinada a mantener las luces encendidas estaba poniendo de rodillas al país.
«Conduce a la pérdida de electricidad, que es una importante fuente de ingresos para la ciudad y para la economía, esto no tiene precedentes».
El derrumbe de siete torres ha obligado a cerrar una planta de Ford, provocando una pérdida de producción de 720 vehículos al día.
«Es un daño enorme a la infraestructura. Todavía no hemos cuantificado esa cantidad, pero es una pregunta que seguimos haciendo a los funcionarios, pero es muy importante que una vez que le pongamos una cifra, sea una cifra creíble».
El año pasado, el ministro de Comercio, Industria y Competencia, Ebrahim Patel, reveló que el costo anual del robo de cobre y chatarra para la economía era de unos 47 000 millones de rand al año.
