Un juez federal en California desestimó una demanda que acusa a Twitter Inc de discriminar a los trabajadores con discapacidades al exigirles que se presenten en la oficina y trabajen muchas horas a alta intensidad.
El juez federal de distrito Haywood Gilliam en Oakland, en un fallo emitido el viernes por la noche, decidió que el demandante Dmitry Borodaenko, exgerente de ingeniería de Twitter, no demostró cómo las políticas establecidas por el director ejecutivo Elon Musk en medio de despidos masivos en la empresa de redes sociales afectaron de manera desproporcionada a los trabajadores discapacitados.
Pero Gilliam le dio a Borodaenko, que vive en Scotts Valley, California, tres semanas para presentar una demanda enmendada que detalle más sus afirmaciones en la demanda, propuesta como una demanda colectiva.
Borodaenko, un sobreviviente de cáncer, afirma que Twitter lo despidió en noviembre cuando se negó a dejar de trabajar de forma remota.
Musk, quien adquirió Twitter el año pasado por $ 44 mil millones, dijo en un memorando al personal en noviembre que los empleados deberían estar preparados para trabajar «largas horas a alta intensidad» o renunciar.
Shannon Liss-Riordan, la abogada de Borodaenko, dijo el lunes que planeaba presentar una denuncia enmendada agregando nuevos hechos.
“Elon Musk ha demostrado su total falta de consideración por los empleados discapacitados a través de sus palabras y conducta”, dijo Liss-Riordan.
Twitter no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios. La compañía ha dicho anteriormente que sus políticas no estaban dirigidas a empleados con discapacidades.
Gilliam también dictaminó el viernes que los reclamos de un segundo demandante representado por Liss-Riordan, Abhijit Mehta, pertenecen a un arbitraje privado en lugar de un tribunal porque Mehta firmó un acuerdo para arbitrar disputas legales relacionadas con el empleo. Borodaenko optó por no participar en el acuerdo.
La demanda es una de varias que enfrenta Twitter derivadas de la decisión de Musk de despedir a aproximadamente la mitad de la fuerza laboral de la compañía. Twitter ha negado haber actuado mal en esos casos, incluidos los que afirman que las empleadas fueron objeto de despidos y que la empresa no pagó la indemnización prometida.
Liss-Riordan también representa a casi 2000 ex empleados de Twitter que han presentado demandas legales contra la empresa en arbitraje.