BERLÍN: La inversión china en Europa está pasando de fusiones y adquisiciones a proyectos totalmente nuevos, principalmente en la producción de baterías para vehículos eléctricos, según datos de 2022 analizados por los proveedores de investigación independientes MERICS y Rhodium Group.
La inversión Greenfield representó el 57 por ciento de la inversión extranjera directa total de China en Europa en 2022, superando las fusiones y adquisiciones por primera vez desde 2008, según el informe publicado el martes.
La adquisición de Sumo Digital por parte de Tencent fue la única transacción por valor de más de 1.000 millones de euros (1.100 millones de dólares), con la mayoría de las otras inversiones importantes en plantas de baterías por parte de empresas como CATL, Envision AESC y SVOLT.
«Estamos presenciando un cambio importante en la forma en que las empresas chinas invierten en Europa… Las empresas chinas se han convertido en actores importantes en la transición ecológica de Europa», dijo Agatha Kratz, directora de Rhodium Group, en un comunicado.
Europa tiene algunas de las regulaciones más estrictas sobre electrificación y la transición ecológica, pero su industria de baterías va a la zaga de los jugadores asiáticos, ya que gran parte de la capacidad de baterías planificada de Europa proviene de productores japoneses, surcoreanos o chinos con mayor conocimiento.
Establecer operaciones desde cero en Europa permite a los jugadores chinos evitar aranceles y costos de transporte y protegerse de la tensión política que podría obstaculizar las exportaciones e importaciones, según el informe.
Si bien las evaluaciones de inversiones chinas en Europa han aumentado, la región aún permanece más abierta políticamente a China que a Estados Unidos, que ha tomado medidas enérgicas contra las importaciones de baterías chinas a través de la Ley de Reducción de la Inflación, agregó.
Aún así, los políticos y líderes empresariales europeos se encuentran en medio de un debate sobre la propia relación de la región con China, buscando apuntalar la industria nacional y encontrar nuevos proveedores de materiales clave necesarios para la transición ecológica.
($1 = 0,9065 euros)