Los expertos políticos han reaccionado a las dos grandes protestas políticas organizadas para el fin de semana, describiendo la manifestación organizada por el partido gobernante y la oposición como utilizando los trágicos tiroteos masivos con fines políticos.
La capital serbia albergará dos grandes reuniones políticas el viernes y el sábado. Los analistas Vladimir Vuletić y Boško Jakšić hablaron con EURACTIV sobre la «disciplina tóxica» de la política en Serbia. El viernes se realizará una manifestación de los principales SNS, y el sábado seguirá la cuarta protesta de oposición y antigubernamental “Serbia contra la violencia”.
“La protesta de la oposición es en sí misma política, independientemente de su nombre. Está organizado por partidos políticos, pero también las demandas se copian del arsenal de múltiples reuniones de oposición anteriores”, dijo Vuletić, sociólogo y analista, a EURACTIV.
La oposición pide la dimisión del ministro de Asuntos Internos, Bratislav Gašić, y del director del organismo de inteligencia de Serbia, BIA, Aleksandar Vulin. También exige la cancelación de varios medios “promotores de la violencia”.
“Al hacer esas demandas, la oposición está tratando de aprovechar y redirigir la ola de tristeza y enojo después de los tiroteos masivos en Belgrado y Mladenovac para socavar los pilares del gobierno. Simbólicamente, la culpa por los desafortunados eventos se dirige a los medios importantes del régimen, por muy descabellado que sea”, dijo Vuletić.
En reacción a las protestas, SNS, el partido gobernante del presidente Aleksandar Vucic, ha programado una manifestación llamada «Serbia de la esperanza» para demostrar que tiene muchos más seguidores que la oposición.
Según Vuletić, ambos hechos podrían derivar en un serio enfrentamiento que significaría todo lo contrario del supuesto motivo de las protestas.
“¿Quién se beneficiaría de tal escalada, el gobierno o la oposición? Otra salida podría ser elecciones anticipadas a todos los niveles”, dijo Vuletić, advirtiendo que este escenario retrasaría otros procesos políticos, como la implementación del plan europeo para Kosovo.
“El cálculo político aún no es evidente para todos, pero lo que está claro es que un hecho trágico y sin precedentes ha servido como apuesta en un juego político que apenas se prepara”, dijo.
Jakšić, periodista y analista político, dijo a EURACTIV que Serbia ha vuelto a demostrar que su política es una «disciplina tóxica».
“Se ha menospreciado una protesta tranquila y digna contra la violencia minimizando el número de participantes y se la está llamando vergonzosa manifestación de buitres, acusada de intentar capitalizar el dolor general. La oposición tuvo que haber adivinado que incluso uno de sus miembros presente sería utilizado para manipular. Deberían haber tenido el coraje de dar un paso atrás y dejar que los ciudadanos, por una vez, mostraran sus propias emociones”, dijo.
“Faltó sabiduría política en esa parte, pero el presidente Aleksandar Vučić se encuentra en una situación poco común que podría salirse de control. Con más nervios y menos creatividad, se apoyó en la escenografía de los tiempos de Slobodan Milošević. Será otra división colosal. Por un lado, Serbia profundamente preocupada por su futuro. Por otro, una multitud de alquiler que elige el pasado por miedo o por pura falta de pensamiento”, agregó.
(EURACTIV.rs | Tamara Milošević Grbić)