La Presidencia criticó las afirmaciones de que el país podría enfrentar sanciones secundarias si hubiera evidencia de que el gobierno contrabandeó armas y municiones a Rusia.
ARCHIVO: Un buque de carga llamado Lady R, que es propiedad de Rusia, supuestamente salió de la base naval de Simon’s Town en diciembre de 2022. Imagen: Vessel Finder
JOHANNESBURGO – La Presidencia criticó las afirmaciones de que el país podría enfrentar sanciones secundarias si hubiera evidencia de que el gobierno contrabandeó armas y municiones a Rusia.
La administración del presidente Cyril Ramaphosa nuevamente fue objeto de un intenso escrutinio mientras el país luchaba por manejar las consecuencias políticas, provocadas por las acusaciones condenatorias hechas por el embajador de los Estados Unidos (EE. UU.), Reuben Brigety.
Las sanciones contra Sudáfrica podrían frenar aún más el crecimiento de la economía emergente.
Pero hablando en una conferencia de prensa en Pretoria el lunes, el portavoz de la Presidencia, Vincent Magwenya, anuló los pronósticos por considerarlos perjudiciales.
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En una reciente comparecencia en el Parlamento, el Banco de la Reserva de Sudáfrica (Sarb) advirtió sobre las implicaciones económicas de la alianza percibida del país con Rusia.
El banco central dijo que el peor de los casos incluía una moratoria sobre las entradas de capital que afectaría la capacidad del país para hacer negocios si se detuvieran los pagos internacionales.
Magwenya desestimó la advertencia, calificándola de alarmista.
«Estamos un poco sorprendidos por esta charla sobre sanciones y consideramos que socava bastante la soberanía de Sudáfrica».
Magwenya negó además las acusaciones de Estados Unidos de que el ataque de Rusia a Ucrania utilizó armas compradas en Sudáfrica.
«Sudáfrica no ha participado en armar a ninguna de las partes que están involucradas en ese conflicto».
Mientras tanto, una investigación aún debe determinar qué, si es que algo, se cargó en el señora r barco cuando atracó en una base naval en Simon’s Town.