Los eurodiputados denunciaron la destrucción de la presa de Nova Kakhovka en Ucrania, el último crimen de guerra cometido por Rusia y que debe afrontar sus consecuencias. Hicieron un llamado a la UE para que continúe su firme apoyo a Ucrania, para nuevas sanciones contra Rusia y para que los miles de millones de activos congelados de los oligarcas rusos se utilicen para reconstruir Ucrania.
En cuanto a la migración y el asilo, algunos eurodiputados acogieron con satisfacción el acuerdo alcanzado por los Estados miembros como un paso adelante que ayudará a mejorar el tratamiento y la recepción de los refugiados, proteger mejor las fronteras exteriores de la UE y permitir que la UE luche contra la trata de personas con mayor eficacia. Algunos oradores también destacaron que la UE debe hacer más para luchar contra las causas de la migración y que necesita cooperar más con terceros países. Otros criticaron el debate como tóxico e impulsado por el miedo, y señalaron que el fortalecimiento de las fronteras no conducirá a menos refugiados y que el acuerdo en el Consejo de facto suprime el derecho de asilo en la UE.
Otros temas que abordaron los eurodiputados fueron la transición verde y digital, la ley de restauración de la naturaleza, la próxima revisión del presupuesto a largo plazo de la UE y la necesidad de reindustrializar Europa.
Antes de las intervenciones de los eurodiputados, el vicepresidente de la Comisión, Šefčovič, y el ministro sueco de Asuntos de la UE, Roswall, tomaron la palabra en nombre de la Comisión y el Consejo, respectivamente.
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