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São Paulo, Brasil — En su tercer viaje a Europa desde que asumió el cargo en enero, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva intensificó su tono y culpó a los países más ricos por el cambio climático. Dijo que las economías más grandes del mundo deberían financiar la protección ambiental.
“No son los africanos los que contaminan el mundo, no son los latinoamericanos los que contaminan el mundo. De hecho, quienes contaminaron el planeta en los últimos 200 años fueron quienes hicieron la Revolución Industrial. Por lo tanto, tienen que pagar la deuda histórica que tienen con el planeta”, dijo Lula el jueves pasado, en París.
El presidente habló en la clausura de Power Our Planet, un evento que busca ampliar los esfuerzos para ayudar a los países pobres y emergentes a enfrentar el cambio climático. Fue invitado a hablar en el evento por Chris Martin, cantante principal de la banda británica Coldplay.
Lula también reafirmó su compromiso de acabar con la deforestación en la Amazonía para 2030: “Cuando asumí, asumí la responsabilidad de que, para 2030, tengamos deforestación cero en la Amazonía. La Amazonía es un territorio soberano de Brasil, pero al mismo tiempo pertenece a toda la humanidad. Por lo tanto, haremos todo lo posible para mantener el bosque en pie”.
Luego de participar en Power Our Planet, Lula se reunió con el presidente de Francia, Emmanuel Macron. La conversación se centró en el acuerdo comercial entre Mercosur y la Unión Europea y los términos para desbloquear la negociación final entre los bloques.
Una vez más, Lula subió el tono y criticó las nuevas exigencias de la Unión Europea para firmar el acuerdo, como la aplicación de multas en caso de incumplimiento de las obligaciones ambientales. Para el presidente, los aditivos presentados por el bloque europeo son una especie de “amenaza” para los miembros del Mercosur.
“La carta adicional que hizo la Unión Europea no permite llegar a un acuerdo. Vamos a hacer la respuesta y vamos a enviar la respuesta, pero tenemos que empezar a discutir. No es posible que tengamos una asociación estratégica y hay una carta adicional haciendo una amenaza a un socio estratégico”, dijo.
Aprobado en 2019, luego de 20 años de negociaciones, el acuerdo entre Mercosur y la UE aún debe ser ratificado por los parlamentos de todos los países de los dos bloques para entrar en vigencia. La negociación involucra a 31 países y, por lo tanto, es extremadamente compleja. Sin embargo, Lula cree que es posible tener una definición para fin de año.
Cuando en Roma
Antes de ir a París para participar en la Cumbre por el Nuevo Pacto Mundial de Financiamiento, promovida por Macron, el presidente brasileño pasó tres días en Italia, donde se reunió con el papa Francisco, el presidente Sergio Mattarella y la primera ministra Giorgia Meloni. Inicialmente, no estaba prevista una reunión con Meloni, líder de la extrema derecha italiana, y luego se incluyó en la agenda de Lula.
Con el Papa Francisco, en el Vaticano, Lula discutió soluciones para la guerra en Ucrania y la lucha contra las desigualdades sociales y económicas en el mundo. Con el presidente, Lula también discutió el acuerdo entre Mercosur y la Unión Europea, así como las formas de ampliar y fortalecer las relaciones entre Brasil e Italia.
Con Meloni, Lula discutió la aproximación entre Brasil e Italia para el próximo año, cuando los dos países asumirán, respectivamente, las presidencias rotativas del G20 y del G7.
“Esta semana cumplimos dos agendas que eran importantes para Brasil. Primero, la visita a Italia, ya que desde hace más de seis años nuestros países no tenían relación, incluso con más de 30 millones de descendientes en Brasil. Y en Francia, la reunión para discutir un nuevo pacto económico y el tema del clima”, dijo Lula.
