TOKIO: El gobierno de Japón dejó sin cambios el martes (25 de julio) sus propias proyecciones para lograr un superávit presupuestario primario en el año fiscal que finaliza en marzo de 2027, un año por detrás de su ambicioso objetivo, según las proyecciones semestrales de la Oficina del Gabinete.
El gobierno del primer ministro Fumio Kishida se compromete a generar un superávit presupuestario primario, excluyendo las ventas de nuevos bonos y los costos del servicio de la deuda, para el año fiscal que finaliza en marzo de 2026, y reducir la relación deuda/PIB.
El saldo presupuestario primario es un indicador clave de la medición de cuánto podría financiar el gobierno el gasto en políticas sin depender de la deuda.
Sin embargo, el objetivo sigue siendo difícil de alcanzar ya que el gobierno más endeudado del mundo industrial está cargado con una deuda pública de más del doble del tamaño de la economía.
Bajo un escenario de crecimiento optimista de 3 por ciento nominal y 2 por ciento real, las proyecciones del gobierno mostraron que el presupuesto primario registró un déficit de ¥ 1,3 billones (US $ 9,19 mil millones) en el año fiscal 2025.
Marcó una ligera mejora de 0,2 billones de yenes en comparación con la estimación anterior de enero, debido a ingresos fiscales superiores a los esperados a pesar de la desaceleración del crecimiento.
Se prevé que vuelva a tener un superávit de 2,3 billones de yenes en el año fiscal 2026, según las proyecciones que se presentaron al parlamento.
Un superávit presupuestario primario podría estar a la vista en el año fiscal 2025 si el gobierno continúa con los esfuerzos para racionalizar el gasto.
Aún así, la incertidumbre nubla las perspectivas sobre los grandes planes de gasto militar y el cuidado de los niños, mientras que la desaceleración mundial, las subidas de las tasas de interés y un mayor estímulo fiscal se consideran riesgos.
El gobierno de Japón estableció por primera vez un objetivo de equilibrio presupuestario primario a principios de la década de 2000, pero el objetivo sigue siendo difícil de alcanzar, lo que obligó al gobierno a retrasarlo varias veces.
Bajo una proyección modesta de 0,5 por ciento de crecimiento, el equilibrio presupuestario no se logrará durante el período de pronóstico hasta el año fiscal 2032.