La Directiva de tarjeta azul, en vigor desde finales de 2009, define las condiciones de entrada y residencia que los nacionales de terceros países (y sus familiares) deben cumplir para acceder a un empleo altamente cualificado en los Estados miembros. Sin embargo, el plan no ha atraído a suficientes de estos trabajadores tan necesarios, con solo 36806 tarjetas azules emitidas en la UE en 2019 (y Alemania emite la mayoría de ellos).
Criterios menos estrictos para solicitantes y empleadores
Según las reglas revisadas, los solicitantes deberán presentar un contrato de trabajo o una oferta de trabajo vinculante de un mínimo de seis meses, así como evidencia de calificaciones más altas o habilidades profesionales. Actualmente, se requiere un contrato u oferta de 12 meses. El umbral salarial para los solicitantes se ha reducido al menos al 100% y no más del 160% del salario bruto anual promedio en el estado miembro de empleo (desde el mínimo actual del 150% sin límite superior).
Los beneficiarios de protección internacional -como los refugiados- también podrán solicitar una Tarjeta Azul UE en estados miembros distintos de aquél en el que recibieron asilo u otro estatus de protección.
Será posible acreditar determinados tipos de cualificación profesional, como en el sector de las tecnologías de la información y la comunicación, mediante acreditación de la experiencia laboral relevante.
Más derechos para los beneficiarios y sus familias
Los titulares de una tarjeta azul de la UE podrán trasladarse a otro estado miembro después de un período inicial de 12 meses en el país que les otorgó por primera vez la tarjeta azul. También se beneficiarán de reunirse rápidamente con miembros de la familia a través de procedimientos de reunificación más rápidos y acceso al mercado laboral para los miembros de la familia acompañantes.
Cita
Tras la votación plenaria, el ponente Javier MORENO SÁNCHEZ (S&D, ES) afirmó: “Debemos hacer todo lo posible para mejorar la migración legal a Europa y, sobre todo, facilitar la llegada de trabajadores cualificados que contribuyan al desarrollo de nuestro continente. Un esquema más atractivo y viable agrega valor real a los esquemas nacionales existentes. En el futuro, tenemos la intención de ir más allá para que los trabajadores con empleos de remuneración media y baja puedan contribuir a nuestra sociedad de la misma manera beneficiosa que los titulares de la tarjeta azul pueden hacerlo ahora ”.
Próximos pasos
El acuerdo informal con el Consejo fue respaldado por el Parlamento con 556 votos contra 105 y 31 abstenciones. Ahora tendrá que ser aprobado por el Consejo y publicado en el Diario Oficial antes de que pueda entrar en vigor. Los estados miembros dispondrán entonces de un período de dos años para adaptar su legislación nacional a la directiva.
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