El yen se debilitó el lunes a sus niveles más débiles frente al dólar desde junio de 1990, con los mercados alerta a cualquier señal de intervención de las autoridades japonesas para apuntalar el yen.
La caída del yen se produce después de que una serie de sólidos datos de inflación en Estados Unidos empujaron al dólar a máximos de cinco meses y reforzaron las expectativas de que es poco probable que la Reserva Federal tenga prisa por recortar las tasas de interés este año.
La caída del yen frente al dólar ha reavivado la anticipación de una intervención monetaria. El ministro de Finanzas japonés, Shunichi Suzuki, y otros funcionarios han dicho que están observando de cerca los movimientos cambiarios y que responderán según sea necesario.
La fortaleza del dólar también prevaleció en las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial celebradas la semana pasada en Washington, y Estados Unidos, Japón y Corea del Sur emitieron una inusual declaración conjunta sobre el tema.
Hablando después de la reunión de líderes financieros del Grupo de los 20 (G20) en Washington, el gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, dijo que el banco central japonés podría volver a subir las tasas de interés si las caídas del yen elevan significativamente la inflación, destacando el dilema en el que se ha convertido la debilidad de la moneda. Responsables políticos.
El dólar subió por última vez un 0,13 por ciento a 154,82 yenes, su nivel más alto desde junio de 1990.