ESTABLECIENDO PRIORIDADES
Podrías terminar sacrificando el sueño, los pasatiempos y las relaciones. Y esto puede tener efectos agravantes con el tiempo. Priorizar su trabajo sobre usted mismo y no tener tiempo para recuperarse puede provocar agotamiento, estrés crónico y agotamiento.
El trabajo significativo también puede llevar a que las personas descuiden sus relaciones. Hacer un trabajo que usted considera significativo y que se convierte en una alta prioridad puede dejar poco espacio para fomentar conexiones con familiares, amigos y comunidades fuera del empleo. Esto puede provocar la pérdida de reuniones sociales y el olvido de hitos en las relaciones. También puede significar dar menor prioridad a las interacciones cotidianas con sus seres queridos que constituyen el núcleo de sus relaciones con ellos.
Dar prioridad al trabajo sobre las personas también puede socavar la confianza esencial para las relaciones personales cercanas. Los seres queridos de las personas que valoran tanto su trabajo pueden sentir que no pueden confiar en su presencia o disponibilidad emocional.
Las organizaciones pueden, consciente o inconscientemente, explotar la dedicación de las personas que consideran significativo su trabajo. Su empleador podría aprovechar su compromiso esperando que trabaje muchas horas, asuma responsabilidades adicionales o acepte salarios más bajos en comparación con los estándares del mercado. El trabajo significativo puede utilizarse como excusa para que las empresas decidan estratégicamente invertir de forma inadecuada en personas y condiciones laborales.
Los propios empleados pueden estar dispuestos a hacer sacrificios. Si trabaja en una carrera que considera profundamente significativa, es posible que se encuentre tolerando malas condiciones laborales o demandas irrazonables. Podrías aceptar voluntariamente trabajo extra.
Por ejemplo, un docente apasionado podría asumir voluntariamente tareas adicionales no remuneradas, como organizar programas extraescolares o orientar a estudiantes con dificultades, para compensar problemas sistémicos a expensas de su vida personal. Si bien estos sacrificios pueden parecer inicialmente valiosos, son una receta para el agotamiento, el resentimiento y la sensación de que se da por sentado.
También podría dificultar el cambio de trabajo. Es posible que posponga dejar un puesto u organización, o que la perspectiva misma de cambiar de trabajo le resulte emocionalmente desalentadora. Si obtiene un fuerte sentido de propósito e identidad de su trabajo, puede resultar difícil imaginarse a sí mismo en un contexto diferente. Pero esto podría significar perder oportunidades profesionales y salariales en otros lugares.