La retórica anti-LGBTI está aumentando en toda Europa, según un informe publicado el martes (15 de febrero) por ILGA-Europa, un grupo de defensa. Al mismo tiempo, las cifras muestran que la opinión pública también se ha inclinado positivamente hacia la comunidad, sobre todo en Hungría.
El aumento de la violencia y el odio no solo se ha observado en países con antecedentes de leyes excluyentes como Polonia o Hungría, sino también en Francia y Alemania. Este último vio un aumento del 39% en los delitos de odio contra LGBTI durante 2021.
El informe cuantificó datos compuestos por informes de delitos, encuestas de opinión y testimonios de miembros de la comunidad.
La directora ejecutiva de ILGA, Evelyne Paradis, atribuye los hallazgos preocupantes a los políticos europeos que prosperan con la división y la fragmentación.
“Está creando una división entre los llamados valores tradicionales y los valores progresistas”, dijo Paradis.
Según ella, estos políticos afirman que la comunidad LGBTI es perjudicial para los niños y los activistas por los derechos de las personas transgénero se oponen a la igualdad de género. La opinión pública, sin embargo, no parece reflejar ese discurso.
Casi las tres cuartas partes de los húngaros apoyan el derecho de las personas transgénero a cambiar su nombre y género en los documentos oficiales, mientras que El 59% apoya el matrimonio entre personas del mismo sexo, mostró el informe. Esto es a pesar de la introducción de legislación el año pasado que prohibió la representación o promoción de personas homosexuales y transgénero a menores de 18 años.
La pandemia de COVID-19 ha contribuido a la peligrosa situación de las personas LGBTI. Esta comunidad marginada enfrentó un aumento de la violencia doméstica a medida que muchas personas regresaban a entornos hogareños que no los aceptaban.
Las ONG están llenando los vacíos dejados por los gobiernos para apoyar a la comunidad, lo que ha llevado al agotamiento dentro de estos grupos.
“[It] no es un buen lugar para estar si te enfrentas a una gran reacción política”, dijo Paradis.
Paradis señala que el trabajo de las organizaciones LGBTI a lo largo de los años, junto con los aliados de la comunidad, han ayudado a cambiar la percepción pública. Las políticas a nivel institucional de la UE también han funcionado para aliviar la opresión sistémica.
Si bien admite que la respuesta “nunca es suficiente”, Paradis aún cree que la de la Comisión Europea Estrategia LGBTIcuyo objetivo es promover la seguridad y la inclusión, es un paso en la dirección correcta.
“Hemos visto que la respuesta de las instituciones de la UE ha sido tan explícita y audaz como lo ha sido en más de una década”, dijo Paradis.
La estrategia incluye aumentar la protección contra la discriminación basada en la sexualidad o la identidad de género, fortalecer las leyes contra la incitación al odio y los delitos motivados por el odio, y proteger los lazos familiares arcoíris en todos los países de la UE.
[Edited by Alice Taylor]