El cetáceo había estado atrapado en la esclusa de agua dulce en St.-Pierre-La-Garenne, a unas 45 millas al noroeste de París, desde el 2 de agosto. Su salud se deterioró después de negarse a comer, según las asociaciones de protección de la vida silvestre que monitorean la situación.
Más de 80 rescatistas tardaron seis horas en sacar al animal de la esclusa, informó Reuters, después de lo cual fue colocado en una barcaza, donde se sometió a controles médicos.
Sin embargo, los científicos estaban preocupados por la pérdida de peso «alarmante» del animal y tuvieron que sacrificarlo poco después. Su muerte fue confirmada por funcionarios del Servicio de Bomberos y Rescate del Departamento de Essonne en un mensaje de video.
“Durante el viaje, los veterinarios notaron un deterioro en su condición, particularmente en su actividad respiratoria, y pudimos ver que el animal estaba en anoxia, es decir, insuficientemente ventilado, por lo que obviamente este animal estaba sufriendo y decidimos que no tenía sentido liberarlo y tuvimos que proceder a su eutanasia», dijo Florence Ollivet-Courtois, veterinaria del servicio de bomberos y rescate.
Los veterinarios esperaban que la ballena pudiera ser transportada a la región de Normandía y finalmente liberada en el mar.
Según Reuters, pesaba alrededor de 800 kilogramos (1764 libras), pero debería haber sido de unos 1200 kilogramos (2646 libras).
El hábitat natural de la beluga se encuentra en las regiones árticas y subárticas. Aunque la población más conocida se encuentra en el estuario de St. Lawrence en Quebec, Canadá, la más cercana a la costa francesa está en Svalbard, un archipiélago en el norte de Noruega, a unas 1.900 millas del Sena.
Nadie sabe cómo se perdió la beluga, pero la pérdida de hielo marino en las aguas del Ártico está abriendo el área a más navegación, pesca y otras actividades humanas, lo que afecta la capacidad de las ballenas para comunicarse y navegar, según WWF. Encontrar comida y buscar pareja también se está volviendo mucho más difícil para la especie.
En los últimos años, muchas especies de mamíferos marinos han sido reportadas en Francia, lejos de su hábitat principal. Las posibles razones podrían incluir el estado de salud, la edad, el aislamiento social y las condiciones ambientales, entre otras, según el Observatorio Pelagis de Francia, que se especializa en el estudio de los mamíferos marinos.
Angela Dewan de CNN contribuyó a esta historia.